Heladas invernales impactan en Itapúa y Ñeembucú

El invierno ha llegado con fuerza a los departamentos sureños de Itapúa y Ñeembucú, donde las primeras heladas de la temporada han dejado su huella en el paisaje rural. Los campos amanecieron cubiertos de una capa blanca de escarcha, ofreciendo un espectáculo tan hermoso como desafiante para los agricultores de la región.

En Itapúa, el fenómeno ha sido recibido con sentimientos encontrados por parte del sector agrícola. Según el ingeniero Eduardo Dietze, técnico de Colonias Unidas, estas heladas bastante pronunciadas han caído en un momento oportuno para ciertos cultivos. El frío intenso beneficia al trigo en su etapa de desarrollo vegetativo, ya que elimina plagas que suelen atacar las plantaciones, explicó Dietze.

Sin embargo, no todos los productores comparten el mismo optimismo. En el sector frutihortigranjero, se han reportado daños en algunos cultivos más sensibles a las bajas temperaturas. Los agricultores de tomate, en particular, expresan su preocupación por la falta de infraestructura adecuada para proteger sus plantaciones.

En Ñeembucú, la situación no es muy diferente. La ciudad de Pilar registró una temperatura mínima de 2°C, aunque la sensación térmica fue aún menor debido a los vientos del sur. Los productores locales anticipan que las gélidas temperaturas dejarán secuelas en diversos cultivos, incluyendo pasturas implantadas, batata y caña dulce.

La ola de frío no solo ha afectado al sector agrícola, sino que también ha obligado a la población en general a tomar medidas extraordinarias para protegerse. Las autoridades locales han emitido recomendaciones para que los ciudadanos extremen precauciones durante este período de bajas temperaturas.

A pesar de los desafíos que presenta este inicio abrupto del invierno, algunos expertos ven un lado positivo en el fenómeno. Las heladas, además de controlar plagas en ciertos cultivos, pueden favorecer a algunas plantas frutales. No obstante, la falta de asistencia técnica y apoyo estatal para implementar medidas de protección, como invernaderos, es una preocupación recurrente entre los pequeños productores.

Las autoridades meteorológicas pronostican que las temperaturas seguirán bajas en los próximos días, con mínimas que no superarán los 2°C en algunas zonas. Este escenario plantea un desafío adicional para los agricultores, quienes deberán adaptar sus prácticas para minimizar las pérdidas en sus cultivos.

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Mientras tanto, la comunidad agrícola de Itapúa y Ñeembucú se prepara para enfrentar lo que podría ser un invierno particularmente duro. La resiliencia y la capacidad de adaptación de los productores locales se pondrán a prueba una vez más, mientras buscan equilibrar los efectos positivos y negativos de estas primeras heladas de la temporada.

Fuente: Última Hora

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