La plaza 1811 del barrio Pinozá, en Asunción, fue transformada gracias a la iniciativa de sus vecinos y el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec). Un impresionante mural esgrafiado, que rinde homenaje a la historia y cultura paraguaya, ahora adorna este espacio público, convirtiéndolo en un punto de interés artístico y cultural para la comunidad.
El proyecto, que tardó cuatro años en materializarse desde su concepción inicial, fue culminado el pasado viernes con la finalización de las figuras elaboradas mediante la técnica del esgrafiado. Esta técnica artística, que utiliza una mezcla de cemento y color, crea un efecto de revestimiento único y duradero, aportando textura y profundidad a las imágenes representadas.
Tres talentosas muralistas argentinas fueron las encargadas de plasmar la visión artística en el muro de la plaza. Daniela Almeida, Elizabeth Licha Bernal y Mónica Vakaruk arribaron a Paraguay el 12 de junio y comenzaron su labor artística al día siguiente. Su trabajo, que concluyó en poco más de una semana, dejó una huella indeleble en el paisaje urbano de Asunción.
La comisión vecinal Pinozá Norte, impulsora de esta iniciativa, no se detiene con la finalización del mural principal. Los vecinos continúan interviniendo el espacio, trabajando en la creación de un mosaico dedicado a Juana María de Lara, figura destacada en los acontecimientos de la Independencia de Paraguay en 1811.
El origen de este ambicioso proyecto se remonta a la visión de María Atenas González, una vecina que, inspirada por la belleza natural de la plaza, propuso la idea de realzar su valor estético y cultural. Su propuesta fue acogida con entusiasmo por la comisión vecinal y presentada al Fondec en 2020. Tras cuatro años de gestiones, se logró obtener los recursos necesarios para llevar a cabo el trabajo artístico.
La colaboración interinstitucional jugó un papel crucial en la realización del proyecto. La Secretaría Nacional de Turismo facilitó el viaje de las muralistas argentinas, mientras que empresas privadas aportaron recursos adicionales gracias a las gestiones de vecinos como Isabel Rubbiani, Erme Torres, Nelson Torres y Ana Quevedo. Incluso la Policía Nacional contribuyó proporcionando seguridad durante la ejecución de los trabajos.
El mural esgrafiado, cuyas figuras están relacionadas con el nombre de la plaza 1811, presenta una composición que abarca elementos anteriores y posteriores a la Independencia del Paraguay, rindiendo homenaje a la lucha de los próceres de Mayo. La técnica empleada garantiza la durabilidad de la obra, asegurando que las generaciones futuras puedan apreciar este legado artístico y cultural.
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El éxito de esta iniciativa ha fortalecido los lazos comunitarios y despertó el orgullo vecinal. Graciela Zunini, miembro de la comisión vecinal, expresó su satisfacción por el trabajo conjunto realizado y destacó la importancia de crear espacios que puedan ser disfrutados por las familias del vecindario. Con miras al futuro, los vecinos ya están planificando nuevos proyectos para la plaza 1811, incluyendo la instalación de más juegos y equipos biosaludables, en su continuo esfuerzo por mejorar la calidad de vida de la comunidad.
Fuente: Última Hora.