Los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS) en el departamento de Boquerón se enfrentan a una situación crítica al verse obligados a abonar elevadas sumas por servicios médicos en los hospitales menonitas de la región, a pesar de los multimillonarios contratos de tercerización existentes. Esta problemática pone de manifiesto una relación desigual entre el IPS y los centros de salud privados de la zona.
Los costos que deben afrontar los asegurados son considerablemente altos: consultas por valor de G. 105.000, internaciones que superan los G. 743.667 por día y G. 380.000 por hora en urgencias. Estos gastos se producen cuando los procedimientos coinciden con fallas del sistema o cuando se alcanzan los montos límites establecidos en los contratos con el IPS.
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En el año 2022, los hospitales de Neuland, Filadelfia y Loma Plata recibieron aproximadamente G. 57.000 millones, destinados a cubrir un período de 24 meses. Sin embargo, estos fondos se agotaron en tan solo 12 meses. Las negociaciones posteriores entre el IPS y los hospitales resultaron en una inyección adicional de G. 11.000 millones, que también resultaron insuficientes, lo que llevó a la firma de un contrato de emergencia por G. 35.000 millones.
La situación se agrava por la falta de alternativas para los más de 20.000 aportantes de Boquerón. Incluso cuando el IPS habilita nuevos fondos, los asegurados se ven forzados a pagar por consultas debido a fallos en los sistemas informáticos de los hospitales. Un ejemplo concreto es el Hospital Filadelfia, donde problemas en la reenumeración de los códigos de servicios médicos llevaron a cobros irregulares.
Los tres hospitales menonitas de la zona gozan de una posición privilegiada al ser los únicos oferentes de servicios médicos en Boquerón. Esta situación les permite negociar en condiciones ventajosas, estableciendo precios que pueden llegar a ser hasta un 300% más caros que en otras regiones del país. Por ejemplo, mientras que un hepatograma en laboratorios privados del país cuesta G. 63.000, en el hospital de Filadelfia alcanza los G. 252.000.
El proceso de adjudicación de contratos por parte del IPS fue cuestionado. Se pasaron por alto advertencias sobre incumplimientos señalados por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP). Un caso puntual es el de la Cooperativa Chortitzer, administradora del Hospital Loma Plata, que recibió una adjudicación de G. 17.000 millones a pesar de no cumplir con los requisitos de solvencia económica.
El control de las prestaciones pagadas por el IPS a los hospitales menonitas es otro punto de preocupación. La coordinación del IPS está a cargo de la doctora Leticia Benítez, esposa del diputado Francisco Petersen, quien no pudo precisar los mecanismos de control efectivo. El sistema de fiscalización se basa en un único médico fiscalizador, cargo que anteriormente desempeñó la propia Benítez, y que actualmente ocupa el doctor Cristhian Ibarra. La carga de datos sobre los servicios prestados está enteramente en manos de funcionarios de los hospitales tercerizados, sin intervención directa de personal del IPS.
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Las negociaciones entre el IPS y los hospitales menonitas estuvieron mediadas por figuras políticas prominentes del Chaco Central, como el diputado Francisco Petersen y el senador Orlando Penner. Petersen cuenta con su esposa como representante del IPS, mientras que Penner es referente de la Asociación Fernheim, propietaria del Hospital Filadelfia. Esta situación plantea interrogantes sobre posibles conflictos de intereses en las negociaciones y adjudicaciones de contratos.
Fuente: Última Hora.