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Médica en Luque gana G. 1.500.000 y atiende a más de 70 pacientes

En Luque, una médica atiende hasta 90 pacientes diarios en condiciones precarias. Denuncia restricciones en la entrega de medicamentos y falta de apoyo estatal, evidenciando la crisis en el sistema de salud primaria paraguayo.

Dra. Natalia González denunció precariedades en puesto de salud. Foto: NPY.

La situación del sistema de salud primaria en el país fue puesta en el foco de atención pública tras las declaraciones de la doctora Natalia González, única médica del puesto de salud Juan Bautista Morel en Luque. Sus revelaciones expusieron una realidad alarmante de sobrecarga laboral, precariedad salarial y obstáculos burocráticos que afectan directamente la atención a los pacientes.

En una jornada típica, la doctora González se enfrenta a la tarea titánica de atender entre 70 y 90 pacientes, una carga que supera con creces los estándares recomendados para una atención médica de calidad. Esta situación se ve agravada por la reciente disposición del director del Hospital General de Luque, doctor Luis Verón, que restringe a los pacientes del puesto de salud el acceso a medicamentos, argumentando que la institución es de carácter municipal.


La médica refutó categóricamente esta afirmación, señalando que tanto el predio como la institución pertenecen al Ministerio de Salud Pública. Para respaldar su posición, González presentó evidencia fotográfica de las mejoras realizadas en la infraestructura del puesto de salud, logradas gracias al apoyo de la comunidad y la iglesia local, así como donaciones de equipos médicos y mobiliario, algunas de las cuales fueron gestionadas por la misma administración que ahora niega el apoyo.

El conflicto no se limita a la restricción de medicamentos. González denunció prácticas irregulares en los procesos de contratación, revelando que tras presentar su currículum para una posible contratación en el Hospital General de Luque, recibió una solicitud de pago de G. 300.000 para “concretar el trámite”, hecho que fue formalmente denunciado ante la Policía Nacional.

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La precariedad salarial es otro aspecto crítico de la situación. González percibe un salario de apenas G. 1.500.000 mensuales, una cifra que considera insuficiente dado el volumen y la complejidad de su trabajo. Esta remuneración contrasta dramáticamente con los “sueldazos” que, según la médica, reciben personas contratadas por conexiones políticas o familiares en altos cargos del gobierno.

La profesional cuestionó la falta de reconocimiento y apoyo por parte de las autoridades estatales, destacando la ausencia de oportunidades de crecimiento profesional y la falta de absorción del personal de salud que trabaja en condiciones precarias. González señaló que desde 2015 participó en concursos sin obtener resultados, evidenciando un sistema que no prioriza la experiencia y dedicación de sus profesionales de primera línea.

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Además de la atención general, el puesto de salud realiza procedimientos especializados como PAP y pruebas de VPH, servicios que son registrados a nivel ministerial. Esta situación subraya la importancia del centro en la red de atención primaria y cuestiona aún más la decisión de restringir el acceso a medicamentos para sus pacientes.

Fuente: Última Hora.