Dos pastores bendijeron la apertura de la Copa América 2024. Foto: X del SNT Canal 9.
La Copa América 2024 ha arrancado envuelta en una inesperada polémica que ha puesto en entredicho la aplicación de las normas de neutralidad religiosa de la FIFA. La ceremonia inaugural del torneo se vio marcada por la intervención de dos pastores evangélicos, quienes ofrecieron un “mensaje de paz” ante los asistentes, desatando una oleada de críticas en las redes sociales y planteando serias interrogantes sobre el cumplimiento de los reglamentos del máximo organismo del fútbol mundial.
El incidente, que tuvo lugar momentos antes del partido inaugural entre Argentina y Canadá, ha generado un intenso debate sobre la pertinencia de expresiones religiosas en eventos deportivos de tal magnitud. La bendición, pronunciada en español por el pastor paraguayo Emilio Agüero Esgaib, ha sido calificada por muchos como una intromisión inapropiada en un espacio que, según las normas de la FIFA, debería mantenerse neutral en materia religiosa y política.
Las redes sociales se inundaron rápidamente de comentarios críticos, con usuarios que expresaron su descontento y perplejidad ante lo que consideraron una violación flagrante de los principios de neutralidad que rigen el fútbol internacional.
Frases como “Lo más random y desubicado del comienzo de la Copa América 2024” o “¿Qué onda esta misa antes del partido?” reflejaron el sentir general de quienes consideran que el deporte debe mantenerse al margen de manifestaciones religiosas.
Ante esta situación, es imperativo examinar qué establece exactamente el reglamento de la FIFA respecto a las expresiones religiosas durante los eventos futbolísticos. El artículo 4, inciso 2, de los estatutos de la FIFA es claro al declarar la neutralidad del organismo en materia de política y religión, permitiendo excepciones solo en casos que afecten a los objetivos estatutarios de la organización.
Esta postura de neutralidad no solo aplica a la FIFA como entidad, sino que se extiende a las federaciones y confederaciones de fútbol, quienes están obligadas a incluir declaraciones similares en sus propios estatutos. El objetivo es preservar la independencia del fútbol y prevenir injerencias externas que puedan comprometer la integridad del deporte.
El código disciplinario de la FIFA va más allá, estableciendo responsabilidades concretas para federaciones y clubes en la prevención de conductas inapropiadas durante los eventos deportivos. Esto incluye la prohibición de gestos, palabras, objetos o cualquier otro medio para transmitir mensajes de naturaleza política, ideológica o religiosa que puedan considerarse improcedentes en un contexto deportivo.
La aparente contradicción entre estas normas y lo ocurrido en la ceremonia inaugural de la Copa América 2024 plantea serias preguntas sobre la aplicación efectiva de los reglamentos de la FIFA. ¿Cómo se permitió la intervención de líderes religiosos en un evento de tal magnitud? ¿Quién autorizó esta decisión y bajo qué criterios?
Este incidente no solo pone de manifiesto la necesidad de una revisión más rigurosa de los protocolos de apertura en torneos internacionales, sino que también abre un debate más amplio sobre el papel de la religión en el deporte moderno. La polémica generada subraya la importancia de mantener el fútbol como un espacio inclusivo y neutral, capaz de unir a personas de diversas creencias y culturas sin favorecer ninguna en particular.
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Mientras la Copa América 2024 sigue su curso, queda por ver cómo responderán la FIFA y los organizadores del torneo ante esta controversia. La resolución de este conflicto podría sentar un precedente importante para futuros eventos deportivos internacionales, reafirmando o redefiniendo los límites de la expresión religiosa en el fútbol global.
Fuente: ABC Color
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