Luis Alvarenga, un joven de 21 años, ha denunciado haber sufrido maltratos y torturas durante su formación en la Escuela de Suboficiales de la Armada (EFSOA) y la Dimabel, que le dejaron secuelas físicas y psicológicas. A pesar de contar con excelentes calificaciones, según la documentación presentada al medio ABC, Alvarenga fue objeto de constante acoso por parte de sus camaradas y superiores.
Según su relato, los problemas comenzaron desde su ingreso a la EFSOA, donde durante el periodo de adaptación experimentó problemas de salud, como sangrados nasales recurrentes, que fueron ignorados o minimizados por las autoridades competentes. En lugar de recibir apoyo y atención médica, Alvarenga fue castigado y vejado, llegando incluso a ser golpeado hasta quedar inconsciente por un grupo de grumetes de mayor rango, hecho que fue ocultado por sus superiores.
Tras pedir su baja de la EFSOA, Alvarenga logró ser reincorporado a la carrera militar gracias a la intervención del entonces comandante de la Armada, Carlos Velázquez, y fue trasladado a la Dimabel. Sin embargo, los problemas resurgieron a los pocos días, con castigos físicos y persecución por parte de sus superiores, aparentemente motivados por rumores sobre su caso y su supuesto padrinazgo.
A pesar de recibir atención médica por estrés postraumático y sufrir un episodio documentado como traumatismo de cráneo, Alvarenga continuó siendo víctima de violencia y persecución, lo que finalmente lo llevó a darse de baja nuevamente de las Fuerzas Armadas.
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Actualmente, con la asistencia de abogados, el joven está tramitando una audiencia con el presidente de la República, Santiago Peña, para contarle su experiencia y la de miles de jóvenes que ingresan a los institutos de formación militar buscando cumplir sus sueños. Su objetivo principal es que el Presidente se comprometa a acabar con estas prácticas nefastas que continúan dándose en los centros de formación militar.
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Aunque es consciente de que su caso podría ser objeto de una demanda al Estado paraguayo, Alvarenga asegura que está analizando esta posibilidad en caso de no encontrar respuesta por parte del Ejecutivo. Su familia se plantea emprender acciones legales contra el Estado por los daños físicos y psicológicos sufridos durante su paso por las instituciones militares.
Fuente: ABC Color
