Luis Ramírez, ministro de Educación. Foto: LPO/Lucas Núñez.
Se rumorea que la gestión del Ministro de Educación, Luis Ramírez, atraviesa momentos turbulentos debido a diversas pugnas internas y presiones políticas que han provocado un virtual estancamiento administrativo en la cartera educativa. Según fuentes cercanas al ministerio, uno de los focos de conflicto se centra en la figura de la viceministra de Educación Básica, María Gloria Pereira, a quien Ramírez habría dado un ultimátum para abandonar su cargo antes de fin de mes, alegando falta de resultados.
Paralelamente, se especula sobre las aspiraciones del viceministro de Educación Superior, Federico Mora, quien desde hace meses es señalado como el posible sucesor de Ramírez, aparentemente respaldado por influyentes figuras del cartismo, como la senadora Lizarella Valiente y su círculo más cercano.
Un tercer frente que podría precipitar la destitución de Ramírez involucra al titular de Acción Social, Tadeo Rojas, quien habría exigido al MEC la entrega inmediata de datos de más de 1.5 millones de estudiantes a nivel nacional para avanzar en la licitación y selección de empresas para el programa Hambre Cero. Esta solicitud habría generado malestar entre los gremios docentes en varios departamentos.
Respecto a la situación de Pereira, se le atribuye la responsabilidad por los magros resultados del programa de lectoescritura Ñe’ery, que contó con una inversión de 12 millones de dólares, así como por no haber luchado para retener la administración de unos 16 millones de dólares destinados a la alimentación escolar en Asunción. Sin embargo, al ser consultado sobre el tema, el presidente Santiago Peña insinuó la posibilidad de cambios más profundos en el ministerio en los próximos días, mencionando a David Velázquez, actual viceministro de Culto, como posible reemplazo de Pereira.
El pedido de Tadeo Rojas a directores y gremios docentes para recopilar y enviar datos de estudiantes, incluyendo información sensible, en un plazo de 24 horas, habría sido el detonante de la crisis actual en el MEC. Los gremios han manifestado la imposibilidad de cumplir con esta solicitud en los términos y plazos establecidos.
En este contexto, Mora emerge como el favorito para asumir el liderazgo del ministerio, aunque también se menciona al senador Patrick Kemper, quien, a pesar de su reciente afiliación a la ANR, estaría presionando a ciertos sectores del cartismo para ocupar el cargo de Ramírez.
Mientras tanto, los procesos administrativos y concursos en el MEC se encuentran paralizados, generando preocupación entre los gremios docentes y funcionarios. Un dirigente de la OTEP denuncia la falta de avances y la politización de los concursos, donde el padrinazgo político primaría sobre los méritos.
La crisis en el gabinete ha provocado no solo un estancamiento en el ministerio, sino también una interrupción en las negociaciones sobre el presupuesto educativo para 2025, aumentando la inquietud entre los actores involucrados ante la aparente debilidad en la conducción de Ramírez.
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Fuentes anónimas sugieren que el gobierno carece de un plan claro para el sector educativo, y que la falta de liderazgo y las disputas internas están obstaculizando el progreso y la toma de decisiones cruciales en el Ministerio de Educación.
Fuente: La Política Online
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