Víctor Dávila (c) de Chile celebra un gol con Mauricio Isla este martes, en un partido amistoso internacional entre las selecciones de Chile y Paraguay, en el estadio Nacional en Santiago (Chile). EFE/ Elvis González
La selección paraguaya de fútbol volvió a decepcionar a su afición tras recibir una contundente derrota por 3-0 ante su similar de Chile en un encuentro amistoso disputado en Santiago. La ilusión generada por algunos destellos de buen juego ante Perú se desvaneció rápidamente, y la Albirroja quedó sumida en un mar de dudas a pocas semanas del inicio de la Copa América.
El marcador final reflejó la superioridad del conjunto chileno, que se impuso con un doblete de Víctor Dávila y un tanto de Eduardo Vargas, uno de los máximos artilleros en la historia de la “Roja”.
La selección guaraní evidenció carencias en todas las líneas, pero las más notorias se observaron en la faceta defensiva, con pérdidas ingenuas de balón, ausencia de coberturas y debilidad en los duelos individuales.
Para agravar la situación, los dos primeros tantos de Chile llegaron por la vía aérea, un aspecto del juego en el que Paraguay solía destacar, pero que ahora se ha convertido en una preocupante debilidad. La fragilidad defensiva quedó expuesta, y la Albirroja pagó caro sus errores.
En el aspecto ofensivo, la selección guaraní tampoco estuvo a la altura de las circunstancias. A pesar de gozar de la posesión del balón durante varios pasajes del encuentro, las jugadas de ataque paraguayas carecían de profundidad y se diluían en los metros finales. Los laterales no lograron generar centros precisos, y la falta de claridad en la creación de oportunidades fue evidente. En medio de este panorama desalentador, Julio Enciso fue el único que mostró cierta rebeldía, buscando alternativas con remates desde fuera del área.
En el segundo tiempo, el entrenador Daniel Garnero intentó darle un nuevo aire al equipo con los ingresos de Miguel Almirón, Mathías Villasanti y Damián Bobadilla. Sin embargo, el trámite del partido no sufrió mayores variaciones. Paraguay exhibía un aparente dominio, pero cada vez que Chile se acercaba al área rival, generaba peligro real. Fue en una de esas incursiones cuando Eduardo Vargas selló el 3-0 definitivo.
La Albirroja tuvo un par de chances claras para descontar, con un cabezazo de Adam Bareiro que se estrelló en el travesaño y otro de Alex Arce que no encontró la dirección correcta. Sin embargo, estos intentos fueron insuficientes para cambiar el rumbo del encuentro.
El resultado final deja a Paraguay sumido en un mar de incertidumbre a pocas semanas de la Copa América. La selección necesita encontrar urgentemente soluciones en defensa y ataque si quiere tener una actuación digna en el torneo continental. El próximo compromiso ante Panamá se presenta como una oportunidad para mostrar una cara completamente diferente y comenzar a reconstruir la confianza perdida.
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La derrota ante Chile es un duro golpe para la Albirroja, pero también debe servir como una llamada de atención para corregir los errores y encontrar un rumbo claro. El tiempo apremia, y Paraguay necesita una reacción contundente para llegar en óptimas condiciones a la cita más importante del año futbolístico sudamericano.
Fuente: Versus
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