Un lamentable caso sacude a la ciudad de Concepción tras el fallecimiento de una niña de apenas un año de edad, presuntamente por intoxicación después de consumir una infusión de hierbas recetada por un curandero para tratar un cuadro de diarrea y vómitos.
De acuerdo con los informes, la pequeña, oriunda de Vallemí, departamento de Concepción, presentaba síntomas de diarrea y vómito, por lo que sus padres decidieron acudir a un curandero. Este, les recetó una infusión a base de orégano y ka’avo tyre’y, la cual debía ser administrada durante cinco días.
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Sin embargo, la situación de la niña se agravó, llevando a sus progenitores a buscar atención médica profesional. Inicialmente fue llevada al Hospital de Vallemí, pero debido a la gravedad del caso, fue trasladada al Hospital Regional de Concepción. Ante la falta de una adecuada atención en ese centro, la pequeña paciente fue derivada al Hospital Niños de Acosta Ñú en San Lorenzo, Departamento Central, donde lamentablemente los esfuerzos médicos no lograron salvarle la vida.
El doctor Tomás Mateo Balmelli, experto en la materia, afirmó que este tipo de casos forman parte de una tradición arraigada en varias localidades del país, donde se recurre a la medicina tradicional y los remedios naturales antes de buscar atención médica profesional.
“Es parte de la cultura folclórica de la medicina tradicional antigua del Paraguay, antes las abuelas debían enfrentarse a la enfermedad, de forma domiciliaria, con medicina natural que había en el momento. Eso quedó arraigado y es una práctica común”, reflexionó el profesional en comunicación con Radio Monumental 1080.
Balmelli advirtió sobre los riesgos de administrar infusiones a niños pequeños, ya que pueden tener efectos nocivos en su salud, como la paralización del intestino, lo que conlleva a un sufrimiento del órgano y puede incluso provocar la muerte.
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En casos de diarrea en infantes, el médico recomendó evitar tratamientos que busquen detener el cuadro, ya que esto puede prolongar la enfermedad. En su lugar, sugiere mantener al niño bien hidratado, preferiblemente con sueros especiales que aporten electrolitos y azúcares de forma equilibrada, ya sea por vía oral o intravenosa, según la gravedad del caso.
Fuente: Última Hora.
