El gobierno del presidente Santiago Peña hizo un acuerdo con Cetrapam y éste levantó el paro anunciado. Sin embargo, mantiene cuestiones pendientes por atender. Silvio Rojas.
El Gobierno está considerando un polémico plan para entregar los subsidios del transporte público de forma directa a las tarjetas del Cetrapam. Esta medida generó desconfianza debido a los cuestionamientos sobre transparencia y control.
El viceministro de Transporte, Emiliano Fernández, anunció que se analizará la implementación de un “subsidio directo al pasajero”. Sin embargo, los detalles son confusos, y organismos ciudadanos advierten que podría tratarse de una entrega de fondos estatales al gremio transportista.
La medida implica depositar el dinero público en las tarjetas del billetaje operadas por la empresa Epas, propiedad de Cetrapam. Al pagar el pasaje, los usuarios descontarían el monto subsidiado por el Estado.
No obstante, la Organización de Pasajeros del Área Metropolitana (Opama) expresó serias dudas. Señalan que el sistema mantiene deficiencias que facilitaron los subsidios a “pasajeros fantasma” en 2021, y el Gobierno no audita en tiempo real el servicio.
Además, cuestionan que Cetrapam controla el 70% del mercado de billetaje con su tarjeta Jaha. Temen que el plan sea una vía para transferir fondos públicos directamente al gremio transportista, sin garantías de transparencia.
Opama exige participar en las negociaciones sobre el transporte, pero el Ejecutivo se lo ha negado sistemáticamente. “La falta de transparencia y participación ciudadana nos genera serias dudas”, advirtió su vocera Griselda Yúdice.
El caso de los “pasajeros fantasma” evidenció la necesidad de un mayor control estatal. Ante un vídeo viral que mostró a un chofer simulando validaciones, no se reportaron sanciones.
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En resumen, el plan genera controversia por la desconfianza ciudadana en el manejo de los subsidios, agravada por la falta de transparencia y auditoría gubernamental.
Fuente: ABC Color
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