Salud

Cambios en la retina pueden revelar problemas renales, según estudio

Un estudio de la Universidad de Edimburgo sugiere que los cambios en la retina, detectados mediante escáneres oculares en 3D, pueden indicar problemas renales antes de la aparición de síntomas.

Control médico de ojos. Foto: Ilustrativa.

Una investigación realizada por la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y publicada recientemente en la revista “Nature Communications” sugiere que el ojo es la única parte del cuerpo donde es posible detectar si una persona padece una enfermedad renal, incluso antes de que se presenten síntomas. Este hallazgo se debe a que el ojo permite visualizar un proceso clave denominado circulación microvascular, el cual se ve afectado en las enfermedades renales.

Según los expertos, cada vez más personas se encuentran en riesgo de desarrollar una enfermedad renal, a menudo causada por otras afecciones que sobrecargan los riñones, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad. Con nuevas investigaciones, se espera que los controles oftalmológicos periódicos puedan contribuir a la detección precoz y al seguimiento de la enfermedad, evitando así su progresión. Además, esta detección temprana permitiría a los pacientes modificar su estilo de vida para reducir el riesgo de complicaciones.

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En el estudio realizado por la Universidad de Edimburgo, se utilizaron escáneres oculares en 3D para revelar pistas vitales sobre la salud renal. Esta tecnología podría revolucionar el seguimiento de la enfermedad renal, que a menudo progresa sin síntomas en las primeras fases. Según los expertos, esta herramienta puede contribuir al diagnóstico precoz, ya que las pruebas de cribado actuales no detectan la enfermedad hasta que se perdió la mitad de la función renal.

Los investigadores emplearon imágenes de gran aumento para detectar cambios en la retina, la capa de tejido situada en la parte posterior del ojo que detecta la luz y envía señales al cerebro. Descubrieron que estas imágenes ofrecen una forma rápida y no invasiva de controlar la salud renal. Para ello, estudiaron si las imágenes tridimensionales de la retina, obtenidas mediante una tecnología llamada tomografía de coherencia óptica (OCT), podían utilizarse para identificar y predecir con exactitud la progresión de la enfermedad renal.

Los escáneres OCT, utilizados en la mayoría de las ópticas, emplean ondas de luz para crear en pocos minutos una imagen transversal de la retina que muestra cada una de sus capas. El equipo de investigación analizó imágenes de OCT de 204 pacientes en distintas fases de la enfermedad renal, incluidos pacientes trasplantados, junto con 86 voluntarios sanos.

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Los resultados del estudio revelaron que los pacientes con enfermedad renal crónica presentaban retinas más delgadas en comparación con los voluntarios sanos. Además, se demostró que el adelgazamiento de la retina progresaba a medida que disminuía la función renal. Estos cambios se revertían cuando se restablecía la función renal después de un trasplante exitoso, y los pacientes con la forma más grave de la enfermedad, que recibieron un trasplante de riñón, experimentaron un rápido engrosamiento de la retina tras la intervención.

Fuente: La Nación.