Horacio Cartes asumirá presidencia de la ANR. Foto: La Nación
En medio de rumores y movimientos internos, convencionales y presidentes de seccionales de la Asociación Nacional Republicana (ANR) se encuentran decididos a impulsar una nueva reforma del estatuto partidario. El objetivo principal es restablecer los años de antigüedad requeridos para que los afiliados puedan acceder a cargos electivos y ocupar puestos en el gobierno, en un intento por depurar las filas del partido de técnicos y referentes de la oposición recientemente afiliados.
Según fuentes cercanas a la interna colorada, varios convencionales de Central y Coronel Oviedo están a la espera del momento propicio para convocar a una sesión extraordinaria. Su propósito es “ordenar la casa” y exigir una antigüedad mínima de cinco años a los afiliados que aspiren a ocupar cargos públicos en el Estado.
Esta iniciativa surge como respuesta al creciente número de afiliados provenientes de otros partidos, especialmente del Partido Liberal, que se han sumado a la ANR en busca de oportunidades laborales.
La última modificación del estatuto partidario se remonta al 15 de enero de 2011, cuando bajo la presidencia de Lilian Samaniego y con el apoyo de 790 convencionales, se aprobó disminuir a un año la antigüedad requerida para candidatarse. Esta decisión favoreció a Horacio Cartes en su enfrentamiento interno con Justo Zacarías Irún y su posterior victoria en las elecciones generales frente al candidato liberal Efraín Alegre.
Sin embargo, la actual dirigencia colorada considera necesario volver a la militancia del partido y cuestiona la afiliación masiva de liberales y técnicos sin trayectoria política dentro de la ANR. Argumentan que estos nuevos afiliados solo buscan acceder a cargos, pero no brindan apoyo electoral al partido cuando se les solicita. Los convencionales insisten en que el problema no radica en la figura de Horacio Cartes, sino en la de su delfín político, Santiago Peña.
La página oficial de la ANR ha hecho públicas las afiliaciones de dirigentes provenientes de otros partidos, como el caso de Atilio Fernández Celauro, quien abandonó el PLRA para sumarse a las filas del cartismo. Este exliberal ha transitado por diversos cargos en el MOPC, el Congreso y la Procuraduría, generando suspicacias sobre los favores políticos y la distribución de puestos.
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La dirigencia colorada no cesa en su afán por cobrar los favores electorales realizados y continúa sumando aliados para presionar por un nuevo cambio en el estatuto. Actualmente, existe una nota presentada por convencionales ante la presidencia de la ANR, y se espera una respuesta de la cúpula partidaria. Los rumores apuntan a que bastarían 50 convencionales reunidos para convocar a una sesión extraordinaria y avanzar en la reforma.
Fuente: La Política Online
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