La comunidad indígena Tarumandy, perteneciente al pueblo Mbya Guaraní y ubicada en Luque, ha decidido cerrar intermitentemente la ruta Luque-San Bernardino como medida de protesta ante la falta de respuesta a sus reclamos por el servicio de agua potable. Desde el año 2021, alrededor de 60 familias de esta comunidad han estado exigiendo el acceso a este servicio básico, sin obtener soluciones por parte de las autoridades competentes.
La medida de fuerza implementada por la comunidad consiste en bloquear la ruta cada 20 minutos, generando interrupciones en el tránsito vehicular. Sin embargo, los líderes indígenas han anunciado que, a partir de las 10:00 horas, el bloqueo se extenderá por tiempo indefinido si no reciben respuestas satisfactorias a sus demandas.
Benito Gauto, líder de la comunidad Tarumandy, cometó la difícil situación que enfrentan debido a la falta de agua potable. “Tenemos escuela, centro comunitario y una huerta comunitaria, pero nada podemos hacer porque necesitamos agua”, señaló, resaltando el impacto negativo que tiene la carencia de este recurso vital en el desarrollo de actividades educativas y productivas dentro de la comunidad.
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Actualmente, la única forma en que las familias de Tarumandy pueden acceder al agua es caminando siete cuadras hasta una canilla perteneciente a una aguatera privada. Allí, deben formar largas filas para poder cargar el líquido y transportarlo de regreso a sus hogares. Esta situación se agrava aún más cuando la canilla presenta fallas y deja de funcionar, dejando a la comunidad sin ninguna alternativa para abastecerse.
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La falta de respuesta por parte de las instituciones responsables ha llevado a la comunidad indígena a tomar medidas drásticas para visibilizar su problemática y exigir soluciones concretas. El cierre intermitente de la ruta Luque-San Bernardino busca llamar la atención de las autoridades y de la sociedad en general sobre las condiciones precarias en las que viven estas 60 familias, privadas de un derecho humano fundamental como es el acceso al agua potable.
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Es urgente que las entidades gubernamentales competentes atiendan los reclamos de la comunidad Tarumandy y trabajen en la implementación de un sistema de agua potable que garantice el abastecimiento regular y de calidad para todas las familias. Solo así se podrá poner fin a esta situación de vulnerabilidad y exclusión que afecta a esta comunidad indígena, permitiéndoles ejercer plenamente sus derechos y mejorar sus condiciones de vida.
Fuente: Última Hora
