Foto: @SantiPenap
Un preocupante choque de trenes se ha desatado entre el gobierno y los medios de comunicación en Paraguay, poniendo en riesgo el pleno ejercicio de la libertad de expresión y de prensa en el país. Las acusaciones cruzadas entre ambas partes han generado un tenso clima que amenaza uno de los pilares fundamentales de la democracia.
La polémica estalló cuando el presidente Santiago Peña apuntó directamente contra los medios, acusándolos de “denostar contra la clase política” y afirmando que “las tapas de los diarios no hacen ganar elecciones”. Estas declaraciones surgieron luego de que varios medios independientes cuestionaran su decisión de rendir cuentas ante la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional Republicana (ANR).
Desde el Círculo de Periodistas del Paraguay, su presidente Santiago Ortiz interpretó los reproches de Peña como parte de una supuesta “campaña de violencia” impulsada por sectores del cartismo, tanto legislativos como ejecutivos, en contra del libre ejercicio del periodismo.
Mientras tanto, desde el gabinete de Comunicación del gobierno admitieron que algunos medios han “cruzado la raya” al llevar la crítica al Ejecutivo a cuestiones personales de las autoridades, aunque reafirmaron su defensa de la libertad de expresión e información.
Sin embargo, acciones recientes del mismo gobierno contradicen este discurso. Fiscales solicitaron identificar a periodistas de medios como Última Hora y ABC Color que escribieron sobre el ex presidente Horacio Cartes, en el marco de una investigación penal.
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Estos hechos alimentan un “ambiente de hostilidad contra los medios de prensa” que se ha instalado en los sectores de poder vinculados al oficialismo, según denuncia Ortiz.
El dirigente enumeró diversos episodios que amenazan la labor periodística, desde agresiones a colegas por parte de legisladores colorados hasta intentos de censura, imposición de reglamentos restrictivos y la criminalización de la actividad por parte del abogado de Cartes.
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Aunque el ministro Gustavo Villate negó el hostigamiento, reconoció que algunos titulares periodísticos no coinciden con el contenido y apuntó a los “conglomerados de empresas” de medios, pese a la existencia de “periodistas muy serios”.
Fuente: La Política Online
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