La Caja de Jubilaciones y Pensiones, también conocida como Caja Fiscal, ha recibido en los últimos 14 años casi USD 1.300 millones provenientes de los impuestos pagados por la ciudadanía para subsidiar las jubilaciones de los funcionarios públicos. A pesar de la urgencia de una reforma para evitar esta sangría financiera, la misma sigue siendo postergada.
La Caja Fiscal, administrada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), está compuesta por seis sectores: empleados públicos, magistrados judiciales, docentes universitarios, militares, policías y maestros. Actualmente, cuenta con 226.769 aportantes activos, 64.234 jubilados y 11.770 herederos o pensionados que reciben sus haberes mensualmente.
Desde el año 2015, la entidad previsional del sector público ha registrado un déficit global, aunque el sector de las fuerzas públicas ya presentaba saldos negativos entre los ingresos por aportes de los activos y los pagos realizados a los retirados desde mucho antes. Este saldo negativo se financia, en gran medida, con el dinero recaudado de los impuestos que paga la ciudadanía en general, como el IVA, la renta personal y empresarial, y el selectivo al consumo, entre otros.
Los datos de la Caja Fiscal revelan que desde el año 2010 hasta el presente mes, el Tesoro Público ha inyectado un total de USD 1.295 millones para cubrir las jubilaciones y pensiones. Se prevé que este subsidio seguirá aumentando, y una vez agotadas las reservas de la Caja Fiscal, el Tesoro se haría cargo del 100% de los haberes, utilizando fondos provenientes de la recaudación tributaria.
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A pesar del consenso entre las autoridades, los organismos financieros internacionales y los analistas locales sobre la necesidad urgente de modificar los parámetros de la jubilación pública (edad, años de aporte, requisitos, entre otros), la reforma de la entidad sigue en espera. En las condiciones actuales, el sistema se considera insostenible.
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En el primer cuatrimestre de este año, la Caja Fiscal ya acumula un déficit de G. 726.131 millones (USD 98,6 millones al cambio presupuestado), lo que representa una diferencia del 42% entre los ingresos y los pagos efectuados. Los ingresos de enero a abril alcanzaron más de G. 1 billón (USD 137,2 millones), pero los gastos superaron la suma de G. 1,7 billones (USD 235,8 millones). Este déficit se ha incrementado significativamente en los últimos años, pasando de G. 70.161 millones en 2015 a más de G. 1,1 billones en 2021 y 2022.
Fuente: ABC