El director de Declaraciones Juradas de la Contraloría General de la República, Armindo Torres, confirmó que la lujosa mansión ubicada en Pedro Juan Caballero, que “tanto se publica”, es propiedad de la fiscala Katia Uemura. Sin embargo, aclaró que dicho inmueble no fue incluido en el estudio de correspondencia entre los ingresos y egresos de la funcionaria, realizado por el órgano contralor.
Torres explicó que el análisis de la Contraloría se limitó a las declaraciones juradas presentadas por Uemura en los años 2008, 2015 y 2019, concluyendo que existe correspondencia entre sus ingresos y egresos en ese periodo. No obstante, la adquisición de la mansión se realizó en el año 2021, posterior a la última declaración jurada analizada.
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“Ese inmueble verificamos y efectivamente está a nombre de ella, pero no podemos dictaminar ese periodo, vamos a poder dictaminar cuando tengamos otra declaración jurada la cual vamos a comparar con la de 2019, ahí sí ya entraría a verificarse el inmueble mencionado”, señaló el funcionario.
Torres enfatizó que la Ley y la Constitución Nacional habilitan a la Contraloría a verificar únicamente las declaraciones juradas presentadas, desde la primera hasta la última. ”No podemos comparar la correspondencia actual, posterior al 2019, lastimosamente ahora mismo no podemos verificar porque no tenemos otra declaración jurada con que comparar”, agregó.
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No obstante, el director de Declaraciones Juradas indicó que cuando culmine el mandato de Uemura, ya sea confirmada en el cargo o al dejarlo, la misma deberá presentar una nueva declaración jurada. En esa instancia, tendrá que incluir la lujosa residencia y justificar de dónde obtuvo los recursos para adquirir el inmueble y realizar la fastuosa construcción, algo que, según Torres, resulta imposible con su salario como fiscala.
Las aclaraciones de Armindo Torres fueron realizadas durante una conferencia de prensa llevada a cabo en la sede de la Contraloría, en la que también participó el subcontralor, Augusto Paiva, quien fue el responsable de firmar la correspondencia de los ingresos y egresos de Uemura, según las tres declaraciones juradas analizadas.
En dicha conferencia, Paiva y Torres explicaron que el análisis se realizó teniendo en cuenta todos los informes de instituciones públicas y privadas, reiterando que la mansión no fue objeto de estudio al no estar incluida en las declaraciones juradas analizadas.
Fuente: El Observador.
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