La Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) mantiene una vigilancia rigurosa sobre ciertos productos médicos que ingresan al país, con especial atención a los estéticos, adelgazantes y potenciadores sexuales. Según el director de Dinavisa, César Cristaldo, el mayor riesgo radica en las falsificaciones, cuyos componentes desconocidos pueden resultar perjudiciales para la salud.
Entre los productos estéticos que generan preocupación se encuentra la toxina botulínica A, comercializada bajo la marca Botox, que no cuenta con registro en Paraguay. Cristaldo señaló que existen alertas emitidas por agencias internacionales de Estados Unidos y Brasil, países desde los cuales el ingreso de estos productos a territorio paraguayo resulta sencillo debido a la vulnerabilidad de las fronteras.
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El director de Dinavisa advirtió sobre la existencia de lotes falsificados de Botox y destaca que estos procedimientos se llevan a cabo en establecimientos no autorizados, con productos de origen irregular y por parte de personas no capacitadas, incluyendo profesionales del área. Los síntomas asociados a la aplicación de estos lotes afectados abarcan visión borrosa o doble, dificultad para tragar, sequedad bucal, estreñimiento, incontinencia, dificultad respiratoria, debilidad y dificultad para levantar la cabeza después de la inyección.
Otro grupo de productos que genera alarma son los adelgazantes, particularmente en forma de pastillas, cuya comercialización suele realizarse a través de redes sociales, al igual que los potenciadores sexuales. Cristaldo advirtió que, ante las alertas emitidas, los vendedores suelen cambiar el nombre y el envase del producto, manteniendo la misma sustancia desconocida, lo que califica como “superpeligroso”.
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Para identificar productos médicos falsificados, la Dinavisa brindó una serie de recomendaciones. En primer lugar, se debe examinar minuciosamente el envase en busca de errores gramaticales y ortográficos. Además, es crucial verificar las fechas de fabricación y caducidad, asegurándose de que los datos del envase exterior coincidan con los del interior. También se aconseja comprobar que el aspecto del medicamento no presente cambios de color, signos de degradación u olores extraños.
Ante la amenaza que representan estos productos falsificados para la salud pública, la Dinavisa redobla sus esfuerzos de vigilancia y control, al tiempo que insta a la población a mantenerse alerta y adquirir medicamentos únicamente en establecimientos autorizados. La colaboración de los ciudadanos resulta fundamental para combatir este peligroso mercado ilegal y salvaguardar el bienestar de la sociedad.
Fuente: Última Hora.
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