En un paso trascendental hacia un futuro más sostenible, el presidente Santiago Peña se reunió con los miembros de la mesa energética para delinear el plan que posicionará a Paraguay en la transición energética durante la próxima década.
Esta hoja de ruta, cuya discusión comenzó apenas dos meses después de la asunción del nuevo Ejecutivo, cobró impulso tras las recientes conversaciones entre Argentina y Brasil sobre el gas de Vaca Muerta y la crisis del transporte público en el área metropolitana.
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Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energías, expuso los objetivos a corto, mediano y largo plazo, con miras hacia el año 2050. “Vamos a trabajar en bioenergía para dar un rol preponderante a eso, insistir con la reforestación con fines energéticos para que la industria no pierda competitividad y buscar la sustitución donde se pueda”, explicó Bejarano, resaltando la importancia de la bioenergía, líderada por China, en plena transición energética.
El ambicioso objetivo de Peña es modernizar la matriz energética paraguaya, haciéndola menos dependiente de la hidroeléctrica y los combustibles fósiles. Sin embargo, esta intención no busca reemplazar de la noche a la mañana las fuentes tradicionales, sino diversificar el panorama energético nacional.
El documento preparado por el Ejecutivo, junto a todas las instituciones relacionadas con el área, contempla la apertura hacia la electromovilidad, sustituyendo de manera escalonada la flota actual de buses. Esta medida coincide con los reclamos de la oposición por una reforma del sistema público de transporte.
De las 300 metas que el gobierno se autoimpuso, unas 200 son a corto plazo, reflejando la urgencia por abordar diversas situaciones que apresan al país. Paraguay atraviesa un impasse con sus principales socios, Yacyretá enfrenta una situación financiera complicada, y Brasil dilata las negociaciones sobre la tarifa de Itaipú.
Ante este escenario desafiante, el presidente Peña empuja un proyecto para construir un gasoducto que lleve el gas de Vaca Muerta desde Argentina hasta San Pablo, aprovechando la ruta bioceánica. “Otro desafío para el futuro es buscar hidrocarburos nacionales para poder tener competitividad con nuestro gas natural”, apuntó Bejarano.
En los planes del gobierno también está impulsar la prospección de gas y petróleo en el Chaco paraguayo, con el fin de garantizar la autonomía energética en un país que es importador neto de hidrocarburos. El gasoducto para unir Argentina con Brasil representa un envión para la “búsqueda de hidrocarburos nacionales”.
A corto plazo, según adelantó Bejarano, “vamos a lanzar la primera licitación de 140 Megavatios de solar fotovoltaica, la primera de muchas licitaciones para implementar y diversificar la matriz de generación con otro tipo de tecnologías alternativas e incrementar nuestra generación”.
Esta apuesta por las energías renovables, sumada a la exploración de hidrocarburos y la electromovilidad, busca posicionar a Paraguay en la vanguardia de la transición energética mundial, reduciendo su dependencia de fuentes tradicionales y garantizando un suministro energético sostenible.
Fuente: LPO
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