Con la llegada del otoño, se producen cambios en las condiciones climáticas, generando un entorno propicio para el desarrollo de virus y el surgimiento de enfermedades respiratorias. Este aumento de casos de infecciones respiratorias, que incluyen gripe, COVID y neumonía, requiere precauciones adicionales para proteger la salud, especialmente en grupos vulnerables.
La doctora María Esther Gómez, pediatra neonatóloga del Hospital Nacional de Itauguá, señaló el incremento de pacientes con infecciones respiratorias agudas, destacando la presencia predominante de influenza, COVID y el virus sincitial respiratorio.
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Uno de los virus más comunes es el virus sincitial respiratorio (VSR), que afecta a niños y adultos mayores, causando bronquiolitis y neumonía respectivamente.
Se estima que el 80% de las enfermedades respiratorias en menores de dos años son de origen viral, siendo el VSR el más peligroso, especialmente para niños con condiciones médicas preexistentes, aumentando los casos de hospitalización.
La médica advirtió que el aumento de casos ambulatorios precede a una mayor hospitalización, especialmente en casos de gripe y bronquiolitis en lactantes.
Se insta a los padres a mantener actualizados los esquemas de vacunación, incluida la vacuna contra la influenza, y a tomar medidas preventivas como el lavado de manos.
Los síntomas varían según la edad, desde tos y congestión nasal en niños mayores hasta dificultad respiratoria en bebés menores de un año.
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Para prevenir, se recomienda evitar el contacto cercano con personas enfermas, lavarse las manos frecuentemente y limitar la exposición en entornos contagiosos.
En Paraguay, los niños prematuros reciben inmunización contra el VSR con palivizumab, un anticuerpo monoclonal, con dosis recomendadas cada 30 días durante otoño e invierno.
