Adiós a 70 mil funcionarios en plan de achicamiento estatal

El proyecto de ley que regula la administración del Estado se encuentra actualmente en la Cámara de Diputados, mientras el presidente Santiago Peña mantiene su postura firme de achicar el Estado a través de esta normativa.

Para lograrlo, deberá disciplinar a la dirigencia del Partido Colorado, que presiona cada día con mayor insistencia para obtener más espacios de poder en el gobierno, como una vía rápida para saldar las deudas asumidas durante la última campaña presidencial.

No obstante, según fuentes cercanas al comando de Honor Colorado consultadas por este medio, la decisión de Peña es proteger a los niveles más altos de la representación política, es decir, senadores, diputados y gobernadores, ya que “son ellos los que aportan los votos”, y continuar sumando opositores a las filas del oficialismo.

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Ahora, el presidente tiene en la mira a 70 mil funcionarios que ingresaron al Estado durante el gobierno de Mario Abdo Benítez y permanecen en puestos claves. Estos cupos del abdismo serían barridos dentro de la fusión de 30 ministerios y secretarías, contemplada en la ley de Organización Administrativa del Estado.

El proyecto, que pasó a Diputados, busca recortar en un 50% el gasto rígido de la carga pública. El otro porcentaje será entregado a la dirigencia que se mantenga alineada y disciplinada, sostienen desde el Ejecutivo.

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“Con Marito no existe un pacto. El pato de la borda es la horda de 70 mil funcionarios que metió Marito y que aún Peña no se animó a tocar. Lo que existe es una insatisfacción en las filas de Honor Colorado porque los de Añeteté siguen en sus cargos. Eso es normal en el partido cada cinco años”, comentó una fuente colorada a este medio.

En tanto, el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, recomendó al presidente achicar las dependencias del Ejecutivo y fusionar alrededor de 30 ministerios, secretarías e instituciones. Básicamente, el plan es dividir el Estado en varios “ejes de gobernanza” como Salud, Política Exterior, Educación, Acción Social, Seguridad, Agricultura y Obras.

La primera prevé potenciar la fusión de instituciones públicas o la subrogación de funciones. En la lista se encuentra la Cancillería con la Secretaría de Repatriados; Agricultura y Ganadería con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), el Instituto Forestal Nacional (Infona), el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), la Dirección Nacional de Defensa, Salud y Bienestar Animal (Didesani) y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).

El Ministerio de la Mujer se integraría junto al Ministerio de la Niñez y Adolescencia, la Secretaría Nacional de la Juventud y la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis).

El Ministerio de Acción Social se fusionará con el Gabinete Social de la Presidencia, la Dirección de Alimento Escolar del Ministerio de Educación y la Dirección de Pensión no Contributiva del Ministerio de Economía.

En la lista se encuentra también el Ministerio del Interior, que liderará a la Secretaría Nacional de Inteligencia y la Dirección Nacional de Migraciones.

En tanto, el Ministerio de Industria y Comercio hará lo mismo con la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), y el Ministerio de Salud Pública se fusionará con la Dirección de Beneficencia y Ayuda Social (Diben).

La Secretaría Nacional de Cultura manejará los recursos del Instituto Nacional Audiovisual Paraguayo, el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), el Fondo Nacional de Cultura y Arte (Fondec) y la Secretaría de Políticas Lingüísticas.

Por último, el Ministerio de Obras Públicas dispondrá de la Dirección Nacional de Transporte (Dinatran) y la Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, mientras que el Ministerio de Defensa pasará a controlar la Secretaría de Emergencia Nacional.

Esta reestructuración del aparato estatal busca optimizar los recursos y reducir la burocracia, aunque inevitablemente generará resistencias y tensiones dentro del partido de gobierno, que deberán ser manejadas con firmeza por el presidente Peña.

Fuente: LPO

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