Montserrat Alliana, junto a su padre, el vicepresidente Pedro Alliana. Foto: Gentileza.
Miles de familias en el departamento de Ñeembucú se encuentran gravemente afectadas por las inundaciones causadas por las intensas precipitaciones que azotaron la región. En medio de esta crítica situación, los productores locales expresaron su profundo malestar por la falta de asistencia y el abandono total por parte del Gobierno, que no brindó el apoyo necesario para hacer frente a la emergencia.
Nery Quintana, representante de la Coordinadora de pequeños productores de Ñeembucú, describió en detalle la difícil realidad que enfrentan debido a las inundaciones. En declaraciones brindadas a la radio Chaco Boreal 1330 AM, Quintana lamentó el desamparo al que están sometidos, manifestando: “Y acá estamos peleándonos como siempre. Acá no hay otra alternativa más que caerte, levantarte y seguir en el mismo chiquero, porque no hay una perspectiva de mejorar esta situación”.
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Durante su intervención, Quintana no desaprovechó la oportunidad para cuestionar duramente al vicepresidente de la República, Pedro Alliana, quien es oriundo de la ciudad de Pilar y conoce de primera mano la realidad que se vive en la zona. Con evidente indignación, el productor reprochó: “Upea sapatu un lado. Ndaideprovechoi vointe. Está a costa del campesinado, él está para acomodar a su familia”, haciendo referencia a los privilegios y beneficios que goza la hija mayor del vicepresidente, Montserat Alliana, de 25 años, quien pasó de percibir un salario de G. 6 millones en el Ministerio de Justicia a G. 18 millones tras ser comisionada en la Cámara de Diputados.
Según el criterio de Quintana, las autoridades “hacen caso omiso” a las necesidades apremiantes de la comunidad, y sugirió que la intención del Gobierno es desalentar la producción de los pequeños agricultores. 2Debemos evitar el asistencialismo, ellos (autoridades) nos tienen que dar herramientas para que nosotros podamos levantarnos, pero eso es difícil. No nos hacen caso con la excusa de que no hay plata”, señaló el representante de los productores.
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La asistencia y los kits de víveres destinados a los afectados por las inundaciones solo llegan hasta cierto punto, y luego los lugareños se ven obligados a transitar a caballo para poder retirarlos. La situación en gran parte del departamento es alarmante, con pérdidas significativas en los cultivos, viviendas inundadas hasta el tope y caminos vecinales completamente intransitables.
Muchos de los pobladores de Ñeembucú atribuyen parte de la responsabilidad por la crítica situación a la defensa costera de Pilar, que habría contribuido a la llegada a tope del arroyo Ñeembucú. Este factor, sumado a la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades, agravó aún más la difícil realidad que enfrentan los productores y las familias afectadas por las inundaciones en la región.
Fuente: Última Hora.
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