Irán ha lanzado un ataque directo contra territorio israelí utilizando decenas de drones y una oleada de misiles balísticos. Esta acción representa una grave ruptura en las tensas relaciones entre ambas potencias de Medio Oriente.
Según las autoridades israelíes, sus sistemas de defensa antiaérea lograron repeler la mayoría de los ataques, aunque algunos misiles iraníes alcanzaron una base militar en el país. Israel contó con el respaldo de aliados como Estados Unidos y Reino Unido, quienes colaboraron derribando drones y misiles enemigos.
El ataque iraní se produce como respuesta al reciente ataque atribuido a Israel contra la embajada iraní en Damasco, Siria, en el que murieron varios comandantes de la Guardia Revolucionaria, incluido un alto cargo responsable de coordinar operaciones con la milicia chií libanesa Hezbolá.
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Aunque Irán advirtió de una inminente respuesta, el ataque directo contra Israel supone una escalada sin precedentes en las tensiones entre ambos países. Hasta ahora, evitaban atacarse directamente y optaban por objetivos indirectos en terceros países o a través de grupos proxies.
Si bien Irán midió la dimensión de su ataque para evitar una mayor escalada, avisando con anticipación y notificando a líderes mundiales, la respuesta de Israel definirá si el conflicto se intensifica o se calma. Algunos analistas sugieren que Israel podría optar por ataques limitados contra grupos armados proiraníes en Siria, Líbano o Gaza para desescalar la situación.
No obstante, no se descarta una respuesta más contundente de Israel contra Irán, lo que podría desatar una peligrosa espiral de violencia regional involucrando a otros actores como Hezbolá, los hutíes de Yemen y posiblemente una mayor intervención de Estados Unidos.
Ante el riesgo de un conflicto de mayores proporciones, la Unión Europea ha convocado una reunión extraordinaria de ministros de Exteriores para analizar la situación y “contribuir a la desescalada y la seguridad”. Líderes europeos como Ursula von der Leyen y Charles Michel han instado a evitar una mayor escalada y restaurar la estabilidad.
La OTAN también ha condenado la ofensiva iraní y ha pedido “moderación” para que el conflicto en Oriente Próximo “no se descontrole”. Mientras tanto, las principales aerolíneas de la región han reanudado sus vuelos tras las cancelaciones y desvíos provocados por el ataque.
La comunidad internacional presiona por evitar una mayor escalada, pero las tensiones en Medio Oriente han alcanzado niveles críticos.
Fuente: EOM