En una reciente conferencia, el ministro del Interior, Enrique Riera, admitió el fracaso del intento de extraditar a tres familiares de Carmen Villalba, líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Las detenciones, realizadas con la intención de extradición, se revocaron horas después debido al estatus de refugiadas de las implicadas.
Los hechos sucedieron cuando Myriam, Rosa y Tania Villalba, parientes cercanos de Carmen Villalba, fueron detenidas en Argentina. Sin embargo, el juez responsable del caso ordenó su liberación al confirmarse su condición de refugiadas reconocidas por la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) de Argentina.
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Riera expresó una profunda frustración ante esta situación, que también afectó a las familias de las víctimas de secuestro por el EPP, como la familia Urbieta, Edelio Morínigo y Óscar Denis. “Nos causó gran frustración y, ni hablar de los familiares de los secuestrados”, declaró el ministro.
Además, el ministro asumió la responsabilidad institucional y anunció que continuarán las acciones legales en Argentina para demostrar que los implicados son criminales comunes y no perseguidos políticos. Según Riera, el objetivo es enviar un mensaje claro de que no cesarán en su búsqueda, independientemente de dónde se refugien los acusados.
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— Presidencia Paraguay (@PresidenciaPy) April 12, 2024
Recientemente, se impulsaron acciones legales por parte del gobierno paraguayo para localizar y procesar a miembros del EPP refugiados en Argentina, recopilando evidencia sobre sus actividades en Paraguay y el daño causado. Estas gestiones incluyeron casos de secuestro y asesinato vinculados a los Villalba, llevadas a cabo con el apoyo de autoridades argentinas.
El gobierno paraguayo, a través de su Cancillería y el Consejo de Defensa, trabajó en colaboración con la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bulrich, y la canciller Diana Mondino para facilitar los trámites legales necesarios para la extradición.
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A pesar de los esfuerzos y la colaboración internacional, el resultado fue una liberación rápida debido al estatus legal de refugiado, lo que Riera describió como un “balde de agua fría” para las operaciones de extradición. Esta situación generó una mezcla de frustración y gratitud hacia los colaboradores argentinos, y reafirmó el compromiso del Ministerio del Interior en la lucha contra el terrorismo.
El ministro concluyó afirmando que, aunque esta batalla legal se perdió, no representa el fin de la guerra contra el terrorismo y la injusticia, prometiendo continuar la lucha en honor a las víctimas y sus familias.
Fuente: Última Hora.
