La Fiscalía de la ciudad de Concepción se enfrenta a un insólito caso: determinar la identidad y propiedad de una perrita caniche de color blanco mediante una cámara Gesell, recurso normalmente utilizado en casos de abuso infantil y no en disputas por tenencia de mascotas.
Dos familias se encuentran enfrentadas por la custodia del can. Por un lado, la familia de Ever Blanco, propietario de un supermercado, asegura que la perrita es suya y se llama Blanquita, teniéndola desde que era una cachorra hace dos años. Según su versión, la mascota se habría escapado en noviembre pasado y recientemente la reencontraron viviendo con una vecina que se mudó al barrio Ybycu’i, quien le cambió el nombre a Pandora.
Por otra parte, a través de su abogado Oscar Tuma, la Dra. Montse Estigarribia sostiene que la perrita es de su propiedad desde que nació y que ella la identifica como Pandora. Según explicó el letrado, “es un caso simple que se suele dar en la vida cotidiana. Mi clienta es dueña de Pandora desde cachorrita. Un día se escapó y el vecino la recogió, pero cuando mi mandante la recuperó tras unos seis meses, él se encariñó”.
Ante la disputa entre ambas partes, el Ministerio Público ordenó que, como parte de las diligencias para dilucidar el caso, la caniche fuese sometida a la cámara Gesell con el objetivo de determinar a quién pertenece verdaderamente.
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Un video de dicha diligencia se viralizó en redes sociales, mostrando a dos funcionarias dentro de una habitación llamando a la perrita por los nombres Blanquita y Pandora, mientras el can corre de un lado a otro. En la grabación se puede apreciar que las profesionales llegaron haciendo la salvedad de que el animal responde a ambos nombres.
No obstante, el abogado Oscar Tuma cuestionó la validez de este procedimiento. “La cámara Gesell es un mecanismo que se utiliza en personas menores de edad que fueron víctimas de abusos, mediante técnicas para determinar qué sucedió. Los animales no se mueven por una cuestión lógica, no se puede determinar nada en la cámara Gesell2, enfatizó.
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Según el letrado, la forma de darle validez al caso sería recurriendo a un profesional veterinario especializado en perros caniches para determinar, mediante aspectos científicos y morfológicos, la verdadera identidad del animal y emitir un dictamen objetivo.
“No sabemos si estos funcionarios que realizaron la cámara Gesell son especialistas. Se ve que llaman a la perrita y ella tiene una reacción muy subjetiva. La cámara Gesell no tiene esa finalidad”, expresó Tuma, quien proveyó fotografías de la caniche cuando llegó a la casa de su clienta y en la actualidad.
De momento, la perrita se encuentra bajo la custodia de la Dra. Estigarribia, quien según Tuma es su verdadera dueña. En redes sociales, el insólito caso generó diversas reacciones, con usuarios que cuestionaron el uso del sistema judicial para resolver una disputa por una mascota, cuando existen expedientes importantes durmiendo en los cajones de la Fiscalía.
Fuente: ABC.
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