Un hecho sin precedentes en Paraguay tendrá lugar en los próximos meses, cuando un expolicía de 79 años sea llevado a juicio oral por su presunta participación en actos de tortura durante la dictadura del general Alfredo Stroessner. Fortunato Lorenzo Laspina enfrentará un proceso judicial por la supuesta comisión del hecho punible de tortura contra Domingo Guzmán Centurión, ocurrido en el interior del Departamento de Investigaciones de Delitos de la Policía en Asunción, entre los años 1976 y 1977.
La jueza de Garantías Lici Teresita Sánchez hizo lugar a la acusación ratificada por la fiscala Sonia Sanguinés durante la audiencia preliminar y elevó a juicio oral la causa contra Laspina. La magistrada resaltó que los hechos de lesa humanidad, como las torturas, no prescriben, rechazando así el argumento planteado por la defensa en la instancia previa.
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Según la acusación fiscal, Domingo Germán Rolón fue recluido el 2 de diciembre de 1976 en la sede de Investigaciones de la Policía, donde permaneció detenido hasta 1977. Posteriormente, fue trasladado a Judiciales y luego a Emboscada hasta 1978. Durante ese período de detención, el acusado Laspina, junto con otros agentes policiales, supuestamente sometieron a Rolón a diversas formas de tortura física y tratos crueles y degradantes.
La fiscalía sostiene que Laspina, junto a los agentes Manuel Alcaraz, Aniceto Martínez y Mario Flores Cáceres, torturaron por primera vez a Rolón con golpes de garrote y sesiones en la pileta. Además de la violencia física, se alega que el expolicía cometía tratos crueles y degradantes al no permitir que la víctima utilizara el baño ni se higienizara, obligándolo a hacer sus necesidades en la misma celda donde se encontraba recluido.
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La fiscala Sanguinés resaltó que Rolón debía dormir en el suelo, le proporcionaban comida en mal estado y también sufrió violencia psicológica al ser amenazado constantemente de muerte. Estos hechos forman parte de la acusación contra Laspina, quien deberá enfrentar un juicio oral por su presunta responsabilidad en los actos de tortura cometidos durante el régimen stronista.
Este caso reviste una importancia histórica en Paraguay, ya que representa un avance significativo en la lucha contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura de Stroessner. A pesar del tiempo transcurrido, la justicia paraguaya reafirma que estos delitos no prescriben y que se seguirá trabajando para esclarecer los hechos y hacer valer el Estado de derecho.
Fuente: ABC Color