Se levantaron sospechas sobre la integridad de testimonios recogidos por la Fiscalía en el caso que implica al expresidente Mario Abdo Benítez y varios exmiembros de su gabinete por supuestas filtraciones de información. Un análisis detallado de los testimonios utilizados por los fiscales Aldo Cantero y Giovanni Grisetti revela indicios de que podrían haber sido manipulados o incluso fabricados a conveniencia.
Los testimonios en cuestión, brindados por empleados de la Secretaría de Prevención del Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) bajo la dirección de Liliana Alcaraz, presentan sorprendentes similitudes, incluyendo errores ortográficos idénticos, a pesar de haber sido recogidos en diferentes fechas. Este detalle generó interrogantes sobre el proceso empleado por la representación fiscal para recabar las declaraciones.
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La investigación inició tras una solicitud de Aldo Cantero a Seprelad, dirigida por Liliana Alcaraz, quien ordenó indagar sobre las supuestas filtraciones ocurridas entre 2021 y 2022. Los testimonios de los funcionarios de Seprelad, identificados como Derlis Ruiz, Inés Yambay y Rocío Peña, fueron recogidos en distintas fechas, pero sus contenidos resultaron ser prácticamente idénticos a los previamente obtenidos por el investigador jurídico de Seprelad, Patricio Vallejos.
Curiosamente, los testimonios no solo compartían contenido, sino también errores ortográficos, lo que levantó dudas sobre el método de recopilación de las declaraciones por parte de un enviado no identificado en representación del fiscal Cantero. Este suceso plantea serias cuestiones sobre la posible influencia de terceros en el proceso de toma de testimonios.
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La relevancia de Seprelad en la investigación no puede ser subestimada, ya que la institución fue central en las indagaciones sobre la filtración de informes sensibles. Este caso pone en evidencia la vulnerabilidad de la entidad encargada de prevenir el lavado de dinero en el país, especialmente tras las acciones judiciales que permitieron la exposición de datos críticos.
La rapidez con la que se condujo la investigación y la recopilación de testimonios, particularmente durante un período de receso judicial, genera especulaciones sobre la posible urgencia del fiscal Cantero por avanzar en el caso. A pesar de los esfuerzos por contactar a las partes implicadas para obtener sus comentarios sobre estos hallazgos, tanto Liliana Alcaraz como Aldo Cantero no estuvieron disponibles para responder.
Fuente: ABC.