El encuentro amistoso entre las selecciones Sub 23 de Paraguay y República Dominicana, disputado en el estadio La Huerta de Asunción, fue abruptamente suspendido a los 83 minutos debido a una batalla campal que involucró a jugadores de ambos equipos. El incidente se desató tras una falta cometida por el paraguayo Kevin Parzajuk sobre el dominicano Édgar Climent.
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La acción de Parzajuk generó una airada reacción por parte de los jugadores quisqueyanos, quienes no dudaron en responder físicamente a la falta. De inmediato, los paraguayos se involucraron en la trifulca, desencadenando una pelea generalizada en el terreno de juego.
Ante la magnitud de la batalla campal, el árbitro del encuentro se vio obligado a suspender el partido de manera definitiva, sin que se pudiera completar el tiempo reglamentario. Al momento de la suspensión, República Dominicana se imponía por 2-1 sobre Paraguay.
Este amistoso formaba parte de la preparación de ambas selecciones de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, donde buscarán clasificar y competir en el torneo de fútbol masculino. Sin embargo, el desenlace del encuentro ha dejado un sabor amargo y ha puesto en evidencia la falta de control emocional por parte de los jugadores.
Las imágenes de la pelea entre paraguayos y dominicanos han dado la vuelta al mundo, generando preocupación y críticas por parte de la comunidad futbolística internacional. Se espera que las autoridades deportivas correspondientes tomen cartas en el asunto y sancionen a los responsables de la batalla campal.
SUSPENDIDO
El duelo entre Paraguay Sub 23 – República Dominicana, tuvo que finalizar debido a los incidentes dentro del campo de juego pic.twitter.com/gijdz5l3yQ
— Walter Estigarribia (@Estigarribiapy_) March 27, 2024
Este tipo de incidentes no solo empañan la imagen del fútbol, sino que también ponen en riesgo la integridad física de los jugadores y socavan los valores deportivos que deben primar en todo momento. Es fundamental que tanto las federaciones como los cuerpos técnicos y los propios futbolistas trabajen en el control de las emociones y el respeto mutuo dentro y fuera de la cancha.
Queda por ver las consecuencias disciplinarias que enfrentarán los involucrados en esta lamentable batalla campal y cómo afectará este suceso la preparación de ambas selecciones de cara a los próximos desafíos internacionales. El fútbol sudamericano y caribeño debe reflexionar y aprender de este incidente para evitar que se repitan situaciones similares en el futuro.
Fuente: ABC Color