Un poderoso llamado fue hecho por el Monseñor Edmundo Valenzuela, dirigido a la clase política del país. El arzobispo emérito de Asunción exhortó a los líderes a dejar atrás las disputas personales y vendettas políticas, centrándose en los problemas urgentes que enfrenta la nación en términos de salud, educación y seguridad.
El mensaje de Valenzuela, expresado con un profundo sentido de urgencia, resaltó la necesidad de que los ciudadanos paraguayos experimenten esta Semana Santa con un renovado compromiso hacia la solidaridad y la conversión espiritual. Enfatizó la importancia de la reflexión y el arrepentimiento, especialmente en lo que respecta a la corrupción y la constante lucha entre figuras políticas y líderes sociales, la cual describió como una manifestación de egoísmo y desinterés.
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La Semana Santa, según el monseñor, debe ser un período de oración, sacrificio y ayuno, no solo en un sentido religioso, sino también como una oportunidad para reflexionar sobre el pecado colectivo del pueblo, incluyendo el de sus líderes y la propia iglesia. Lamentó la tendencia creciente de reducir esta época a una mera ocasión para el turismo, desviándose de su propósito espiritual y reflexivo.
Valenzuela señaló específicamente la salud como el área más crítica de necesidad, mencionando la escasez de medicamentos y la falta de hospitales adecuados, especialmente fuera de la capital. A pesar de los numerosos llamados a la acción, el Ministerio de Salud falló en cumplir con sus promesas, subrayó.
La educación, otro pilar fundamental para el desarrollo del país, también fue identificada como un área de fracaso por parte del Gobierno. Valenzuela destacó el caos en el Ministerio de Educación y la desesperación de los profesores contratados que están perdiendo sus puestos de trabajo.
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Sobre la seguridad, el arzobispo expresó su preocupación por el creciente temor entre los ciudadanos, quienes se sienten inseguros incluso al moverse por sus ciudades durante la noche. Llamó a una semana de reflexión para que las autoridades actúen con determinación y rezar por la conversión de toda la sociedad, incluidas las autoridades y la propia iglesia.
Al abordar el tema de la presencia de la iglesia en el mundo contemporáneo, Valenzuela compartió su inquietud por la fabricación de armamentos y la involucración en conflictos militares, citando recientes anuncios por parte de líderes mundiales que considera alarmantes.
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El arzobispo también tocó el tema de la autocracia, sugiriendo que, aunque es un asunto político, su principal preocupación sigue siendo la misión de la iglesia en el mundo actual, incluyendo el llamado del Papa Francisco por la paz y la denuncia de las guerras.
Finalmente, Valenzuela exhortó a la élite política a reconocer que todos contribuyen al país con sus virtudes y defectos, y que es imperativo construir la nación en unidad, centrando los esfuerzos en resolver los verdaderos problemas que afligen a Paraguay.
Fuente: ABC.
