Este viernes 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En esta ocasión, la celebración lleva como lema “Agua por la paz”, ubicando al recurso hídrico como un elemento vital para sostener y promover la paz en las comunidades, regiones y países.
“No cabe duda que este lema resalta la importancia del agua para vivir en paz en una comunidad, región o país, y que permita el desarrollo sostenible”, destacó Max Pasten, gerente de Pronósticos Hidrológicos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac).
En ese sentido, Pasten resaltó que, dada su geografía, Paraguay presenta una gran variabilidad en cuanto a la disponibilidad del agua para las comunidades. Mientras que en la Región Oriental el recurso es abundante, en la Región Occidental existen incluso poblaciones que están expuestas a situaciones críticas en cuanto a su acceso.
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Destacó que el país cuenta con dos grandes ríos, el Paraguay y el Paraná, y que el recurso hídrico es el principal elemento en la producción de energía limpia, generada por las represas de Itaipú y Yacyretá. Además, mencionó que la navegabilidad es un factor importante, ya que estos ríos constituyen la principal vía de transporte para la importación y exportación de productos.
Sin embargo, a pesar de la importancia del agua, existen varias asignaturas pendientes en torno a su gestión y acceso equitativo en el país.
Según un informe publicado en el 2021 por el Ministerio del Ambiente, solo el 20% de la población paraguaya cuenta con alcantarillado sanitario y un sistema de tratamiento de las aguas residuales.
La falta de acceso al agua potable y los servicios de saneamiento básico en diversas comunidades denota una mala gestión de los recursos hídricos, afirmó Pasten. Esta situación puede incluso promover tensiones entre comunidades y hasta naciones, resaltó el gerente de Pronósticos Hidrológicos.
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Pasten señaló que, además de ser un recurso vital, el agua cumple una función de vínculo al unir a las personas y comunidades en su entorno, y por esa razón puede ser un elemento para la búsqueda de la paz y la cooperación.
El acceso al agua debe ser equitativo y, del mismo modo, sostenible. La estabilidad en el acceso al recurso hídrico resulta en la reducción de conflictos que pueda generar su escasez e inequidad.
Además, ante las altas temperaturas y demás consecuencias del cambio climático, el agua se ubica como un elemento crucial en su mitigación. En ese sentido, el gerente de Pronósticos Hidrológicos mencionó que la gestión sostenible de los recursos hídricos, la protección de los ecosistemas acuáticos, la adaptación de prácticas agrícolas y el uso eficiente del agua son claves para enfrentar los principales impactos del cambio climático.
“Se debe instar a los tomadores de decisión a adoptar políticas que garanticen el acceso equitativo al agua y promover la cooperación transfronteriza en la gestión de los recursos hídricos”, destacó Pasten, a la par de subrayar que se trata de un compromiso colectivo el uso responsable del recurso vital.
Por otro lado, el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa) reafirmó su “compromiso continuo de la provisión de agua potable y saneamiento en áreas rurales e indígenas vulnerables del país.
La institución, que es el organismo técnico del Ministerio de Salud encargado de la provisión de agua potable y saneamiento en áreas rurales e indígenas, señaló que trabaja en estrecha colaboración con comisiones y juntas de saneamiento que tienen la responsabilidad de operar y mantener los sistemas de agua construidos para la provisión del recurso vital.
Aseguraron que este trabajo conjunto del Estado, gobiernos locales y organizaciones comunitarias permitió alcanzar una cobertura del 90% de agua a nivel nacional, siendo las comisiones y juntas de saneamientos las responsables de proveer agua potable a más del 50% de la población paraguaya.
Fuente: Última Hora.
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