Según investigaciones efectuadas por la Universidad de Harvard, se determinó que ciertas actividades físicas poseen una mayor eficacia en la quema de grasa, contribuyendo significativamente no solo a la pérdida de peso, sino también al bienestar general. Entre estas actividades, la caminata, el entrenamiento con peso y la natación se presentan como las más recomendables para alcanzar una condición física óptima.
La caminata, calificada como uno de los ejercicios más accesibles, fue identificada como altamente beneficiosa en la reducción de peso, el fortalecimiento de los huesos, la regulación de la presión arterial, así como en la mejora de los niveles de colesterol. Además, se atribuye a esta actividad un impacto positivo en el estado de ánimo y la capacidad de memoria, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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Por otro lado, el entrenamiento con peso se destaca como una de las estrategias más efectivas para la eliminación de grasa corporal. Este tipo de ejercicio, que promueve el desarrollo muscular, incrementa el metabolismo, facilitando así una mayor quema de grasa. Es esencial, para quienes se inician en esta actividad, comenzar con cargas ligeras y bajo la supervisión de un entrenador profesional para prevenir cualquier tipo de lesión.
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La natación, reconocida por su carácter integral, figura también entre las prácticas más eficaces para la quema de calorías y la tonificación del cuerpo. Este deporte, además, fortalece la capacidad pulmonar y mejora la función cognitiva mediante la activación de ambos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos.
A pesar de los múltiples beneficios que ofrecen estas actividades físicas, es crucial la consulta previa con un especialista en salud antes de incorporar cualquier rutina de ejercicios. Un profesional podrá ofrecer asesoramiento personalizado, tomando en cuenta factores como la edad, condición física, estatura y peso del individuo, garantizando así una práctica segura y adecuada a las necesidades específicas de cada persona.
Fuente: La Nación.