Nepotismo descarado en Hospital de Lambaré por influencia cartista

Un ambiente de temor e intimidación se ha instalado en el Hospital General de Lambaré, donde allegados y fanáticos del diputado cartista Orlando Arévalo y su esposa, la concejal Carolina González, han sido ubicados en cargos estratégicos, mientras que los funcionarios disidentes enfrentan persecución y remoción.

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Tras la salida del exdirector Derlis Carreras, denunciado por supuestas irregularidades, asumió la dirección Bruno Edwin Fonseca Reyes. Bajo su gestión, se han producido una serie de designaciones que evidencian un descarado nepotismo a favor del círculo cercano al legislador de Honor Colorado.

Una de las beneficiadas es Mirian Meza, quien por resolución del Ministerio de Salud fue nombrada jefa del Departamento de Enfermería del hospital. Según registros oficiales, Meza percibe una jugosa remuneración que ronda los 7,7 millones de guaraníes mensuales.

Orlando con Mirian Meza.

Otro allegado a Arévalo que ha sido favorecido es Gerardo Estanislao González Vera, autoproclamado “líder” del diputado cartista y designado como jefe de Suministro del centro asistencial. González Vera, quien solo cuenta con formación de bachiller, llegó a percibir más de 11 millones de guaraníes en diciembre, incluyendo aguinaldo y pagos atrasados.

El nuevo director del hospital, Bruno Fonseca, se ha mostrado públicamente cercano a la concejal Carolina González, esposa de Arévalo. En las jornadas de servicios comunitarios y anuncios del centro médico, se resalta que son “una gestión de la concejala cartista”.

Estas maniobras de favoritismo político han desatado un clima de persecución contra los funcionarios que no se alinean al grupo de Arévalo. Según denuncias anónimas recibidas por este medio, aquellos que se muestran disidentes son removidos de sus puestos y transferidos a otros centros sanitarios.

Entre los casos mencionados se encuentran Alberto Vera, Juan Bogarín, Rosa Gamarra y Luz Vázquez, todos ellos desplazados del Hospital de Lambaré en un aparente acto de represalia por no sumarse a las filas del cartismo imperante en la institución.

Ante esta situación, los funcionarios temerosos han elevado un pedido urgente de intervención al Ministerio de Salud, instancia que hasta el momento no se ha pronunciado sobre las graves denuncias de nepotismo y persecución laboral que sacuden al Hospital General de Lambaré.

Fuente: ABC Color

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