Ante la previsión de altas temperaturas por parte de la Dirección de Meteorología, el viceministro de Rectoría y Vigilancia de la Salud, doctor José Ortellado, emitió una serie de recomendaciones para evitar los denominados choques térmicos. Estos choques se producen debido a la transición abrupta entre el calor intenso exterior y ambientes interiores refrigerados, como oficinas y vehículos.
El especialista enfatizó la importancia de regular las temperaturas dentro de los espacios cerrados para minimizar los efectos adversos en el organismo. La experiencia de pasar de una temperatura de 20°C en un ambiente cerrado a una de 38°C al aire libre fue citada como un ejemplo de la variación que puede impactar negativamente la salud si no se está adecuadamente hidratado.
«Cualquier diferencia de 13 a 18 grados de temperatura puede repercutir en mi cuerpo si no estoy bien hidratado», Dr. José Ortellado, viceministro de Rectoría y Vigilancia de la Salud. #1330AM
— Radio Chaco Boreal (@1330am) March 11, 2024
Ortellado destacó que variaciones de temperatura de entre 13°C y 18°C podrían tener consecuencias significativas en la salud, especialmente si el cuerpo no mantiene una hidratación óptima. Asimismo, recomendó ventilar los vehículos antes de ingresar a ellos para igualar la temperatura interior con el ambiente exterior y evitar el impacto del aire extremadamente caliente acumulado en su interior.
Las personas con condiciones preexistentes, como problemas de presión arterial, enfermedades renales, diabetes u obesidad, fueron señaladas como particularmente vulnerables a las fluctuaciones térmicas. A partir de los 38°C, la temperatura exterior comienza a afectar el funcionamiento del riñón, corazón, cerebro y piel, aumentando el riesgo de complicaciones de salud.
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Para combatir los efectos del calor, Ortellado aconsejó mantener una ingesta de líquidos constante, sugiriendo llevar siempre un termo con agua y optar por una dieta ligera y baja en sal. Los platos deben contener un 50% de verduras, evitando el consumo excesivo de alimentos ricos en calorías.
Además, el uso de ropa liviana y de colores claros contribuye a una mejor adaptación al calor extremo. Se desaconseja enfáticamente realizar ejercicios físicos usando buzos o camperas, ya que esto puede provocar una pérdida de líquidos mayor a la deseable.
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La hidratación adecuada se logra ingiriendo entre 30 y 40 cc de agua por cada kilo de peso corporal. En casos de sudoración excesiva o baja ingesta de frutas y verduras, se recomienda complementar la hidratación con electrolitos. Las bebidas pueden ser saborizadas naturalmente sin añadir azúcar ni edulcorantes.
Finalmente, Ortellado hizo hincapié en la importancia de monitorear la hidratación en personas mayores, ya que su capacidad para regular la temperatura y percibir la sed disminuye con la edad, incrementando su susceptibilidad a la deshidratación.
Fuente: Última Hora.