Salud

Vitaminas B y C esenciales para energía y buena salud

Las vitaminas del complejo B y la vitamina C desempeñan un papel fundamental en la regulación del metabolismo, la síntesis de glóbulos rojos, el crecimiento y el mantenimiento de tejidos, y el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Vitaminas combaten el agotamiento Foto: Abc.es.

Las vitaminas del complejo B y la vitamina C son nutrientes esenciales que desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la energía y la buena salud del organismo.

Según estudios médicos, las vitaminas del complejo B intervienen en la regulación del metabolismo, la síntesis de los glóbulos rojos, el crecimiento y el mantenimiento de tejidos, así como en el correcto funcionamiento del sistema nervioso.

Cada una de las vitaminas del complejo B, desde la B1 hasta la B12, tiene una función específica en el organismo, pero todas están relacionadas con el buen funcionamiento general del cuerpo.

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Este complejo vitamínico es fundamental para combatir el cansancio, la debilidad muscular, la pérdida de memoria, la debilidad del sistema inmunológico y la disminución en la función del sistema nervioso.

Los nutrientes del complejo B se pueden encontrar en una variedad de alimentos, como lácteos, huevos, carnes rojas y blancas, vegetales de color verde oscuro, cereales integrales y legumbres como porotos y garbanzos. Además, frutas como cítricos, plátanos y sandías también son buenas fuentes de estas vitaminas.

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Por otro lado, la vitamina C es necesaria para el crecimiento y desarrollo del organismo, además de desempeñarse como un potente antioxidante que ayuda a bloquear parte del daño causado por los radicales libres.

Esta vitamina también es esencial para la producción de colágeno y la síntesis de neurotransmisores como la serotonina, una de las hormonas relacionadas con la felicidad y el bienestar emocional.

La vitamina C se puede encontrar principalmente en frutas cítricas como la naranja o el pomelo, así como en otros alimentos como la papa, el tomate, las frutillas, el brócoli, las espinacas y las coles de Bruselas. Estos alimentos son excelentes fuentes naturales de este nutriente esencial para el organismo.

Fuente: La Nación.