Celeste Escobar y partera nativa. Foto: IP.
En el salón de la cultura y la ciencia, un nombre resuena con fuerza este año: Celeste Escobar Imlach. Su dedicación a la antropología cultural y la lingüística traspasó fronteras, culminando recientemente en febrero de 2024 con la obtención del prestigioso Premio Cenzontle.
Esta distinción le fue otorgada por su valiosa contribución a la revitalización y preservación de las lenguas indígenas a través de su última obra sobre los juegos tradicionales del pueblo ayoreo.
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Nacida en Asunción y con raíces profundas en San Pedro, Escobar trasladó su vida a Estados Unidos junto a su familia, donde continuó su formación académica. Su trayectoria es notable, habiendo completado estudios en la Universidad de la Ciudad de Nueva York y posteriormente una maestría en Lingüística Indoamericana en CIESAS, México, destacándose por su excelencia académica en cada etapa.
La obra de Escobar, enriquecida por estudios adicionales en Paraguay, Reino Unido, Brasil y Argentina, refleja un compromiso inquebrantable con la preservación de la riqueza cultural indígena paraguaya. A través de su dominio del guaraní, aprendido de su abuela y su madre, y sus publicaciones en múltiples idiomas, logró una resonancia internacional en el ámbito de la investigación cultural.
El reconocimiento del Premio Cenzontle, otorgado por Ibercultura Viva e Ibermemoria Sonora, Fotográfica y Audiovisual, subraya la importancia de su trabajo en el contexto del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032) declarado por la UNESCO.
La colaboración de Escobar con Oscar Posoraja, un destacado promotor de la lengua y cultura ayorea, ilustra un modelo de trabajo colaborativo esencial para la investigación y revitalización lingüística. Juntos, lograron no solo documentar, sino también promover la riqueza cultural de comunidades que luchan por preservar su identidad en un mundo globalizado.
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A través de su experiencia, Escobar destacó la conexión profunda entre los valores humanos compartidos por paraguayos y ayoreos, enfatizando la importancia de reconocer y valorar la diversidad cultural y lingüística como un tesoro compartido. Su trabajo en campo, marcado por anécdotas personales y profesionales, refleja un compromiso genuino con las comunidades indígenas y su legado cultural.
Mirando hacia el futuro, Escobar aspira a continuar su labor investigativa y educativa, con el objetivo de contribuir significativamente al conocimiento y preservación de las lenguas indígenas del Paraguay. Su deseo de formar a nuevas generaciones en el respeto y valorización de la diversidad cultural subraya su visión de un mundo más inclusivo y consciente de su riqueza plurilingüística.
Fuente: IP.
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