Desarrollo de clases en el aula de una escuela pública. Foto: Gustavo Machado (Ilustración).
Con la proximidad del inicio de la etapa lectiva, la Policía Nacional se prepara para implementar una serie de medidas destinadas a reforzar la seguridad en las inmediaciones de escuelas y colegios, en un esfuerzo por mitigar los incidentes de robos que han marcado los períodos vacacionales. Este plan de acción se pone en marcha en un contexto de constantes hechos de inseguridad en instituciones educativas.
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Carlos Benítez, comandante de la Policía Nacional, articula estrategias en colaboración con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y el Ministerio del Interior, en una iniciativa que también busca solucionar problemas de iluminación en las instalaciones educativas. La deficiencia o ausencia de luz adecuada fue identificada como un factor que contribuye a la vulnerabilidad de estas instituciones frente a los actos delictivos.
Durante el receso de verano, se reportaron varios casos de robos, afectando entre 16 y 18 instituciones educativas en todo el país. Estos incidentes movilizaron a los responsables de las comisarías a realizar un diagnóstico detallado de las escuelas y colegios bajo su jurisdicción, con el objetivo de identificar y mitigar potenciales vulnerabilidades que faciliten la comisión de robos.
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La Policía Nacional se compromete a garantizar la seguridad y la paz de la comunidad educativa, considerada por Benítez como un pilar esencial para el progreso nacional. Este compromiso se traduce en la implementación de patrullajes reforzados, especialmente durante las horas nocturnas, que se identificaron como el período de mayor riesgo.
Esta medida responde a la necesidad de contrarrestar los considerables daños económicos provocados por los robos, que sumaron pérdidas por más de G. 500 millones. Los delincuentes, en muchos casos adictos en busca de financiar su dependencia, sustrajeron una amplia gama de equipos y materiales, desde iluminación hasta dispositivos tecnológicos y equipos de refrigeración.
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Un caso emblemático es el de la escuela Carlos Antonio López, en el barrio Trinidad de Asunción, que sufrió cinco robos en un lapso de 10 días, con pérdidas valoradas en aproximadamente G. 50 millones. Esta institución, al igual que muchas otras, enfrenta el desafío de brindar educación y cuidado a cientos de niños y niñas en un ambiente seguro.
Fuente: Última Hora.
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