En Asunción, las expectativas generadas por un anuncio de colaboración entre dos figuras políticas quedaron en suspenso. A pesar de las promesas de un esfuerzo conjunto entre el intendente Óscar Rodríguez y el presidente de la Essap, Luis Bernal, para abordar y solucionar los persistentes problemas urbanos, la ciudad continúa sufriendo signos evidentes de abandono.
El compromiso fue anunciado el 15 de agosto de 2023, coincidiendo con la toma de posesión de Santiago Peña como presidente de la República. Ese día, se generó una sensación de esperanza entre los ciudadanos, al ver a Rodríguez y Bernal, ambos del Partido Colorado, prometer un trabajo coordinado que se enfocaría en mejorar las condiciones de la capital. Sin embargo, después de medio año, las mejoras tangibles son escasas.
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Los problemas que aquejan a Asunción son variados y complejos, incluyendo desde caños rotos y aguas servidas hasta sumideros en mal estado y la falta de desagües adecuados.
Un ejemplo claro de estos problemas es el enorme charco de agua que actualmente ocupa una parte significativa de la avenida Mariscal López. Este charco, resultado aparente de un caño roto, no solo emite un olor fétido, sino que también representa un peligro para los automovilistas, quienes deben disminuir la velocidad abruptamente, poniendo en riesgo la fluidez del tránsito y la integridad del pavimento.
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Además, la situación se agrava con la presencia de registros sin tapas y baches profundos en diversas zonas de la ciudad, incluyendo el microcentro, donde los daños a la infraestructura vial son evidentes y peligrosos para peatones y vehículos por igual.
La falta de acción coordinada entre la Municipalidad de Asunción y la Essap llevó a una situación en la que, lejos de ver mejoras, los ciudadanos se enfrentan diariamente a los peligros y molestias causadas por una infraestructura urbana deteriorada.
Fuente: ABC.
