Las autoridades paraguayas detuvieron y posteriormente expulsaron del país al ciudadano brasileño Antonio Araujo, de 48 años, quien se desempeñaba como pastor de una iglesia evangélica en Alto Paraná pese a tener orden de captura vigente en su nación por un caso de abuso sexual contra menores que lo hizo acreedor a una pena de 32 años en una cárcel federal.
Tras recibir la alerta de sus pares brasileños sobre la presencia del prófugo en territorio paraguayo, agentes policiales montaron un operativo en Santa Rita que derivó en la aprehensión del imputado en las primeras horas en una calle vecinal de la mencionada localidad.
El ahora detenido residía en el país bajo una falsa identidad para evadir su condena por el delito perpetrado en su momento en la ciudad de Manguerinha, estado de Paraná, creyendo encontrar refugio en nuestro país e incluso ganándose la confianza de la comunidad como religioso.
Agentes de la División Comando Tripartito de la Policía Nacional detuvieron este viernes a un brasileño con orden de captura en su país por abusar de su hijastra y otra niña. Se trata de Antonio Araujo (48), quien se hacía pasar por pastor en una iglesia evangélica… pic.twitter.com/Y7mwzzviqj
— ABC TV Paraguay (@ABCTVpy) February 16, 2024
El pastor fue puesto de inmediato a disposición de la justicia por el fiscal Alberto Torres para gestionar su pronta deportación.
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Así, luego de cumplirse con el protocolo administrativo correspondiente ante Migraciones, Araujo fue finalmente entregado a la Policía Federal del vecino país en Foz de Yguazú para que se haga efectivo el cumplimiento de su extensa pena privativa de libertad.
Fuente: Última Hora.
