El Senado decidió revertir su decisión previa, optando por retornar al uso de la mayoría simple para la expulsión de legisladores.
Este cambio radical, impulsado por Basilio “Bachi” Núñez y su bancada, contrasta fuertemente con la postura que mantuvieron apenas unos meses atrás, cuando defendieron la necesidad de una mayoría absoluta de dos tercios para procedimientos similares.
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La controversia surgió inicialmente en diciembre, cuando el Senado adoptó un reglamento interno que exigía una mayoría absoluta para la expulsión de un legislador. Esta medida, que fue vista como un blindaje para ciertos miembros investigados por la Justicia, hoy se desvanece ante la presión de respetar la letra y el espíritu de la Constitución Nacional, la cual establece claramente la mayoría simple como suficiente.
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Este vuelco en la política interna del Senado se manifestó en la convocatoria a una sesión extraordinaria para tratar específicamente el caso de Kattya González, una decisión que generó amplio debate tanto en el ámbito político como en el seno de la sociedad.
La aparente contradicción en las posturas de Núñez fue objeto de críticas y análisis, marcando un punto de inflexión en la gestión legislativa del país.
Núñez argumentó que esta adaptación es necesaria para asegurar que las acciones del Senado se alineen con las expectativas democráticas de la población y con el marco legal vigente.
Además, el debate sobre la expulsión de legisladores abrió la puerta a discusiones más profundas sobre la ética política y la responsabilidad de los representantes ante sus electores.
Fuente: ABC.
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