El juicio oral prosiguió este lunes con la presencia del ministro de la Corte Víctor Ríos (camisa blanca), quien observa el desempeño del tribunal. Foto: Gentileza
El ex comisario Eusebio Torres Romero, acusado por actos de tortura durante la dictadura stronista, enfrenta un juicio que reaviva los recuerdos oscuros de un pasado represivo en Paraguay. Este lunes, el juicio oral se reanudó después de décadas de impunidad, marcando un hito en la búsqueda de justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos.
Torres Romero, conocido como Tejuruguái, comparece ante el Tribunal de Sentencia mientras continúan llegando testigos y se presentan pruebas que buscan esclarecer los hechos ocurridos hace más de 48 años.
El proceso judicial se lleva a cabo de manera telemática, una medida que refleja la adaptación de los sistemas judiciales a las nuevas tecnologías, permitiendo la participación del acusado en el juicio a pesar de su avanzada edad. Entre los asistentes a la audiencia se encuentra el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Víctor Ríos, quien observa el desarrollo del juicio desde uno de los asientos destinados al público.
Las acusaciones contra Torres Romero incluyen actos de tortura física y psicológica contra varios individuos, entre ellos Carlos Casco y Pon Bogado Gondra, así como numerosos miembros de las Ligas Agrarias Campesinas. Las denuncias, presentadas por diversas víctimas y familiares, son el resultado de años de lucha por la memoria y la justicia en Paraguay.
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El fiscal delegado de la Unidad Especializada en Derechos Humanos, Santiago González Bibolini, ha sido el encargado de llevar adelante la imputación contra Torres Romero, quien cumplía funciones en el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional durante la dictadura, bajo las órdenes del represor Pastor Coronel.
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El juicio no solo busca establecer la responsabilidad individual del acusado, sino también arrojar luz sobre un período oscuro de la historia paraguaya, en el que los derechos humanos fueron sistemáticamente violados. La Mesa de Memoria Histórica destaca la importancia de este proceso para la consolidación de la democracia y la garantía de que crímenes de lesa humanidad no queden impunes.
Fuente: Última Hora.
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