En el tablero de ajedrez energético que une a Paraguay y Brasil, una nueva jugada capturó la atención de ambos países. Según fuentes brasileñas, desde el vecino país se lanzó una propuesta que sugiere una reducción de la tarifa de la energía generada por la hidroeléctrica de Itaipú en un 11,6%, marcando el precio en USD 14,77 por kilovatio al mes. Esta cifra contrasta con el actual costo de USD 16,71, evidenciando la intención brasileña de ajustar los términos económicos a su favor.
Esta propuesta es contrapuesta a la posición defendida por el presidente Santiago Peña, quien manifestó su intención de negociar un incremento en la tarifa hasta alcanzar los USD 22 por kilovatio. La razón detrás de esta ambición paraguaya no es otra que maximizar los ingresos derivados de los excedentes energéticos vendidos a Brasil, que absorbe el 80% de la producción de Itaipú.
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Paraguay, dueño de la mitad de la energía producida por Itaipú por derecho, se ve en la paradoja de ser un mercado pequeño que apenas consume un 20% de su cuota, vendiendo el resto al gigante brasileño. Esta situación, sumada a una tarifa que expertos consideran por debajo del valor de mercado, pone de manifiesto el desequilibrio en el aprovechamiento de este recurso compartido.
Las conversaciones entre los equipos negociadores de ambos países, centradas en la tarifa de Itaipú y en la revisión del Anexo C del tratado, fueron el escenario de este tira y afloja sin que, hasta el momento, se hayan reportado avances significativos. La postura de Brasil, según medios de ese país, parece inamovible, anticipando que, sin un acuerdo para la reducción, la tarifa actual se mantendría.
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Este diálogo no solo es crucial para las finanzas de Paraguay, que recibe alrededor de USD 250 millones anuales por la venta de excedentes, sino también para el futuro energético y de desarrollo del país. Estos ingresos, destinados al Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), son vitales en un contexto de deuda pública creciente.
La administración de Santiago Peña, consciente de la oportunidad que Itaipú representa, aspira a un aumento del 33% en la tarifa energética. Este ajuste significaría un mayor flujo de divisas desde Brasil, fortaleciendo la economía paraguaya.
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El debate sobre la gestión de los fondos de Fonacide, especialmente en lo referente a la alimentación escolar y la autonomía de los municipios en la administración de estos recursos, refleja la complejidad de las decisiones que se derivan de las negociaciones en Itaipú.
Fuente: Última Hora.
