Santiago Peña y Lula da Silva. Foto: AP.
En el escenario energético regional, un posible giro en las relaciones entre Paraguay y Brasil se vislumbra ante la amenaza de Lula da Silva de anular el actual acuerdo de Itaipú. Esta eventualidad pone en el tapete tanto riesgos económicos como nuevas avenidas comerciales para Paraguay.
El acuerdo en cuestión, que estipula la compra de excedentes de energía paraguaya por Brasil, enfrenta incertidumbre ante las declaraciones de Lula. Esta situación plantea un desafío significativo para Paraguay, ya que la adquisición del 50% de la energía de Itaipú incrementaría la demanda nacional a niveles sin precedentes, excediendo la capacidad de consumo del país.
Según el experto en energía, Cáceres, esta acción podría traducirse en un sobrecosto de USD 780 millones para la ANDE, la entidad estatal de electricidad de Paraguay.
La posible violación del tratado binacional por parte de Brasil no solo implica una carga financiera adicional para Paraguay, sino también la pérdida de ingresos significativos.
En 2023, estos ingresos alcanzaron los USD 233 millones, fondos esenciales para el Fonacide, un fondo nacional destinado a la inversión pública y el desarrollo.
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Cáceres advierte sobre las severas consecuencias financieras y la reapertura de tensiones con el poderoso vecino.
Por su parte, Brasil, en su esfuerzo por reactivar su industria y frenar la desindustrialización, ve en la energía barata una herramienta clave. El Gobierno brasileño planeó un desembolso de unos USD 60.000 millones hasta 2026, destinados a impulsar sectores estratégicos como la fabricación de medicamentos y la mecanización agrícola. En este contexto, el acceso a energía asequible se convierte en un recurso vital para la competitividad industrial de Brasil.
La exviceministra de Minas y Energía de Paraguay, Mercedes Canese, cuestiona la fiabilidad de las fuentes que difunden la amenaza de Lula. Si bien reconoce que Brasil defenderá sus intereses, Canese duda que la renuncia a los excedentes de energía sea la ruta que tomará Lula. Según ella, Brasil depende en gran medida de la energía paraguaya y no se beneficiaría de un cambio a fuentes de energía más costosas como los derivados del petróleo.
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La organización Itaipú Causa Nacional defendió el derecho de Paraguay a contratar toda la potencia correspondiente y exportar los excedentes. Este grupo resalta que Paraguay nunca enfrentó impedimentos legales para ejercer su soberanía energética, sino más bien una falta de voluntad política.
Canese también ve una oportunidad en la venta directa de energía a empresas privadas en Argentina y Brasil a precios de mercado, lo cual podría ser más beneficioso que las condiciones actuales del acuerdo con Brasil.
Fuente: Última Hora.
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