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Conocé a Rocky, el can antidrogas estrella de la SENAD

Rocky, un labrador de la SENAD, se destaca en la lucha antidrogas gracias a su excepcional capacidad olfativa y entrenamiento.

Rocky se destaca por su capacidad olfativa. Foto: Senad.

En la lucha contra el narcotráfico, surge una figura canina que se convirtió en un símbolo de eficacia y lealtad: Rocky, el agente canino de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD).

Este labrador de seis años, adiestrado en las habilidades de detección de sustancias ilícitas, demostró ser una pieza clave en los operativos de la SENAD, especialmente en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.

Nacido y entrenado en Chile por la Policía de Investigaciones (PDI) y luego donado a la SENAD, Rocky partició activamente en diversas acciones antidrogas, destacando por su agudeza olfativa y su capacidad para identificar drogas incluso en los entornos más desafiantes.


Según Francisco Ayala, vocero de la SENAD, Rocky forma parte integral de la brigada canina con base en el mencionado aeropuerto, acumulando múltiples operativos exitosos en su historial.

A diferencia de la creencia popular, los canes como Rocky no son adictos a las sustancias que detectan. Estos perros son entrenados desde cachorros para asociar ciertos olores – en este caso, olores relacionados con drogas – con recompensas, ya sea un juguete o muestras de afecto de sus guías. Este entrenamiento, basado en la asociación de olores con premios, es vital para su eficacia en el campo.

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El entrenamiento que reciben estos agentes caninos es riguroso y técnico, con algunos, como Rocky, recibiendo su formación en el extranjero, específicamente en Chile. Sin embargo, la SENAD también cuenta con perros entrenados en Paraguay, destacando el potencial y la habilidad de los instructores locales en esta materia.

Actualmente, la SENAD enfrenta un déficit en el número de canes antidrogas. Según Ayala, un perro con las características y entrenamiento de Rocky puede costar entre USD 7.000 y USD 15.000. Esta situación limita la capacidad de la institución para cubrir de manera efectiva todas las áreas críticas, como la frontera y otros puntos estratégicos. A pesar de esto, la SENAD sigue esforzándose por aumentar su contingente canino, reconociendo la necesidad de contar con al menos cinco o seis perros adicionales para cumplir adecuadamente con su labor.


Los instructores paraguayos, capacitados para entrenar a estos agentes, lograron resultados notables, creando perros altamente eficientes como Lala, quien también realizó incautaciones significativas. Estos canes reciben una certificación internacional, generalmente de países como Estados Unidos, Chile o Perú, asegurando así la calidad y efectividad de su adiestramiento.

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Los agentes caninos como Rocky y Lala tienen una estrecha relación con sus guías humanos, formando equipos inseparables. Viven en el cuartel general de la brigada canina en el Aeropuerto Internacional, donde disfrutan de un amplio espacio para su esparcimiento y descanso. Su rutina diaria incluye entrenamiento, juego, alimentación y horas de trabajo, siempre respetando los estándares internacionales para garantizar su bienestar.

Cuando estos perros alcanzan entre ocho y diez años, se retiran de su labor y pasan a disfrutar de un merecido descanso. En esta etapa de su vida, son adoptados por sus guías o por terceras personas capaces de proporcionarles un hogar amoroso y adecuado.

Fuente: ABC.