Santiago Peña y Lula da Silva. Foto: Presidencia de la República.
Según señalaba el medio brasileño Folha de S. Paulo, el presidente Lula da Silva reprochó a su equipo técnico y diplomático por no haberlo preparado adecuadamente para las negociaciones del lunes pasado en Brasilia sobre la tarifa energética de Itaipú.
El rotativo indicó que el mandatario no deseaba discutir las tarifas directamente con Santiago Peña sin antes superar las fases técnicas con los asesores de la hidroeléctrica.
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La delegación paraguaya llegó al Palacio Itamaraty para negociar con el gabinete de Lula la posibilidad de alcanzar un precio intermedio para la tarifa de contratación de energía, en el contexto de la renegociación del Anexo C.
Peña acudió con una propuesta concreta: crear un fondo especial para recaudar 1000 millones de dólares anuales para ambos países e invertirlos en grandes obras de infraestructura.
El periódico señaló que Lula llegó a decirle a Peña que “había sido más sencillo negociar Itaipú con Nicanor, de derecha, que con líderes ideológicamente afines”, en referencia a Fernando Lugo. Esto luego de que el dirigente colorado le mostrara el documento firmado por Lula y Lugo en 2009, por el cual Brasil se comprometía a pagar a Paraguay unos 360 millones de dólares anuales por la energía consumida, versus los 120 millones que pagaba anteriormente.
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Según el relato, el ministro Haddad y el director Verri cuestionaron algunos puntos de la posición paraguaya, evidenciando la falta de sintonía para defender el lado brasileño de no aumentar la tarifa. Lula intentó eludir en todo momento la presión ejercida por la comitiva guaraní.
El diario señaló que Peña “llegó armado con datos técnicos” para respaldar un incremento de la tarifa. Los brasileños negaron rotundamente que el precio pudiera superar los 16,71 dólares por kW, mientras que la delegación paraguaya propuso llevarla a 22 dólares.
Según la nota, otra fuente de malestar de Lula fue la negativa del gobierno paraguayo a firmar un acuerdo que permitiría a Itaipú operar administrativamente hasta lograr consenso sobre la tarifa, como se hace tradicionalmente para evitar la paralización de actividades.
Lula logró postergar la discusión para una próxima reunión en Asunción, aún sin fecha. Pero los negociadores -en su mayoría ministros en ejercicio- tienen poco margen para dilatar un punto medio sin que la falta de acuerdo comience a impactar el presupuesto de la binacional.
Fuente: LPO
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