“Sillones de oro”. Foto: ÚH.
El Senado enfrenta críticas por la reciente adquisición de sillones de lujo, cuyo valor asciende a más de G. 5 millones cada uno.
Rubén Vázquez, director administrativo del Senado, detalló en una entrevista con Radio Monumental las razones detrás de esta costosa compra, que incluyen características especiales como letras de oro, niquelado y cromado.
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La elección de estos sillones, según explicó Vázquez, se basó en una serie de criterios técnicos orientados a garantizar la durabilidad y adaptabilidad a diferentes tipos de suelo. Además, el tapizado y bordado de cada silla son elementos que, según el director, justifican su elevado precio.
Este gasto generó un intenso debate en el ámbito político y social. Por un lado, el presidente del Congreso, Silvio Ovelar, defendió la compra argumentando que los sillones antiguos, que datan de 2003, ya no podían ser reparados eficientemente. Según Ovelar, la renovación era necesaria, a pesar de las críticas de austeridad que algunos legisladores expresan públicamente.
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En contraposición, legisladores como el senador Eduardo Nakayama cuestionaron la necesidad de esta compra, considerándola innecesaria y destacando que las sillas antiguas funcionaban correctamente.
El caso de los sillones de lujo se suma a la lista de controversias que rodearon al Congreso en los últimos tiempos, poniendo en tela de juicio las prioridades en la asignación de fondos públicos. Mientras algunos ven en esta compra una inversión necesaria para mantener un ambiente de trabajo adecuado, otros la consideran un gasto excesivo en un contexto de necesidades más apremiantes en el país.
Fuente: Última Hora.
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