Ecuador se encuentra en medio de una intensa batalla contra el crimen organizado, que llevó al Gobierno a declarar un “conflicto armado interno”.
Esta situación resultó en un número alarmante de detenciones y decomisos en todo el país. Según fuentes oficiales, en la primera semana desde la declaración, se registraron 1.753 detenciones, de las cuales 158 corresponden a presuntos casos de terrorismo.
Este dato proviene de un informe gubernamental que detalla las acciones de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en respuesta a la escalada de violencia.
En este contexto, 22 grupos del crimen organizado fueron catalogados como organizaciones terroristas y actores beligerantes no estatales.
Del 9 al 16 de enero, el gobierno ecuatoriano enfrentó situaciones extremas, incluyendo la muerte de cinco presuntos miembros de estas bandas y el asesinato de dos policías. Además, 11 oficiales fueron rescatados de secuestros atribuidos a estas mafias.
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En términos de incautaciones, las autoridades confiscaron 645 armas de fuego, 664 armas blancas, alrededor de 15.000 balas, 488 explosivos y más de 5,6 toneladas de drogas.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, informó sobre el hallazgo de dinamita en una estación policial, evidenciando el alto grado de peligrosidad y audacia de estos grupos. Además, se reportó el asesinato de un guardia penitenciario fuera de servicio, sumando otra víctima a esta ola de violencia.
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Este conflicto, declarado por el presidente Daniel Noboa, responde a una serie de actos violentos perpetrados por el crimen organizado, incluyendo secuestros y asesinatos de policías, alertas de bomba, vehículos incendiados y motines en cárceles. Estos eventos llevaron a situaciones extremas, como el secuestro de más de 200 funcionarios de prisiones y la toma de rehenes en al menos siete cárceles, que se mantuvieron activos hasta el pasado sábado.
Fuente: El Nacional.
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