El fiscal Celso Morales, encargado de la investigación de la masacre en Amambay que dejó seis hombres sin vida, ha revelado detalles escalofriantes sobre el brutal ataque. Según sus declaraciones, las víctimas fueron ejecutadas a quemarropa y recibieron entre 7 y 8 disparos cada una. El hecho ocurrió en una estancia de la colonia Piky, y los detalles que ha proporcionado el fiscal arrojan luz sobre la brutalidad de este acto.
Morales explicó que al examinar los cuerpos de los fallecidos, se pudo determinar que todos habían sido sometidos a disparos a corta distancia. Además, las víctimas fueron forzadas a acostarse boca abajo antes de ser ejecutadas, lo que agrava aún más la atrocidad del crimen. Los disparos fueron efectuados con pistolas calibre 9 milímetros, según las evidencias recopiladas en la escena.
Los nombres de las víctimas, de acuerdo con informes preliminares, son Carlos César Armoa Espinola, Fredy Gabriel Torres Pablino, Alejandro Cabañas Lezcano, Cesar Javier Fleitas Valiente (Indígena), Reinaldo Franco Sánchez y Javier Pavón González. Estos hombres, que perdieron la vida de manera trágica en esta masacre, trabajaban en la estancia donde ocurrió el terrible suceso.
Es importante destacar que el propietario de la estancia, Marciano Denis Torales, afirmó que nunca había recibido amenazas previas y que no tenía enemigos en la zona. Este hecho sorprendió a las autoridades, ya que no existían indicios que pudieran prever esta tragedia.
El fiscal Celso Morales habló sobre las 6 personas ejecutadas en un establecimiento rural en Colonia Guavirá
▪️Los autores del hecho ingresaron de madrugada y se hicieron pasar por agentes de la SENAD, inclusive comenzaron a manifestar que el «fiscal» ya estaba por venir… pic.twitter.com/n8QDNJGcwz
— Radio Ñandutí (@nanduti) January 11, 2024
Según el testimonio de Torales, uno de los trabajadores llegó a enviar un mensaje de audio a través de WhatsApp alertando sobre la presencia de personas armadas que estaban allanando la estancia. Estos individuos se hicieron pasar por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y estaban vestidos con uniformes camuflados, similares a los utilizados por los agentes de la Senad.
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El fiscal Morales también confirmó que en el lugar se habían instalado cámaras de seguridad. Sin embargo, estas cámaras no lograron grabar lo sucedido, ya que solo estaban configuradas para monitorear los movimientos dentro y fuera de la estancia sin realizar grabaciones.
Fuente: ABC Color/ Última Hora.