Supernovas: Clave en la creación de agujeros negros

En un avance monumental para la astronomía, un equipo internacional de astrónomos confirmó una teoría largamente sospechada: las supernovas son un factor crucial en la formación de agujeros negros y estrellas de neutrones.

Este descubrimiento, realizado con la ayuda del Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) y el New Technology Telescope (NTT), marca un hito en nuestro entendimiento del universo.

El vínculo entre las supernovas —explosiones estelares dramáticas al final de la vida de una estrella— y la creación de estos fenómenos cósmicos había sido teorizado, pero carecía de evidencia concreta hasta ahora. “Hemos establecido un nexo directo”, afirmó Ping Chen, del Instituto Weizmann de Ciencias y autor principal del estudio, recientemente publicado en la prestigiosa revista Nature.

El descubrimiento se originó en mayo de 2022, cuando un astrónomo aficionado en Sudáfrica, Berto Monard, identificó la supernova SN 2022jli en la galaxia NGC 157, a unos 75 millones de años luz de distancia. Lo extraordinario de esta supernova es su comportamiento inusual post-explosión: en lugar de desvanecerse gradualmente, su brillo fluctúa notablemente cada 12 días aproximadamente.

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“Estas oscilaciones periódicas repetitivas en la curva de luz de una supernova son una novedad”, explicó Thomas Moore, estudiante de doctorado en la Universidad de Queen’s de Belfast, quien lideró un estudio complementario sobre el tema.

Los investigadores sospechan que la presencia de una estrella compañera en el sistema SN 2022jli podría ser la clave de este comportamiento atípico. Es común que las estrellas masivas formen sistemas binarios, y en este caso, parece que la estrella compañera sobrevivió a la explosión cataclísmica, continuando su órbita alrededor del remanente compacto.

El equipo de Moore observó fluctuaciones en el brillo visible y movimientos periódicos de hidrógeno, mientras que el equipo de Chen detectó también emisiones de rayos gamma. Ambos grupos coinciden en que la interacción de la estrella compañera con el material expulsado durante la explosión de la supernova causó estas variaciones.

Los datos sugieren que cuando el objeto compacto que quedó de la explosión atravesó la atmósfera de la estrella compañera, extrajo hidrógeno, formando un disco caliente de materia a su alrededor. Aunque los investigadores no pudieron observar directamente la luz del objeto compacto, concluyeron que la transferencia de energía observada probablemente proviene de una estrella de neutrones invisible, o quizás un agujero negro, absorbiendo materia de la estrella compañera.

Fuente: Última Hora.

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