No solo los actuales diputados colocan a familiares en la Cámara Baja con jugosos salarios sin necesidad de ganar un concurso público. También exparlamentarios liberales dejaron a parientes directos atornillados a cargos con ingresos privilegiados antes de que finalicen sus mandatos.
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Uno de los casos más notorios es el del exdiputado por Central, Héctor Lesme. Su exesposa, María Regina Barrios, quedó como directora de Administración con un sueldo de G. 19.700.000. Además, sus tres hijas son funcionarias permanentes que cobran entre G. 12 millones y G. 16 millones.
Otro exlegislador que dejó a familiares fue Ramonita Mendoza. Sus hijas Adriana Elizabeth y Silvana Recalde Mendoza son funcionarias permanentes con ingresos totales de G. 16 millones y G. 14 millones respectivamente.
También el exparlamentario Celso Maldonado colocó a su hija Laura Concepción Maldonado Silva como directora, con un salario de G. 15 millones mensuales. Ella sigue en el cargo pese a que su padre ya no es diputado.
Esta práctica, que se extiende a otros excongresistas, demuestra que el nepotismo y el amiguismo están arraigados en la Cámara Baja desde hace mucho tiempo. Solo en este periodo se contrató a unos 500 entre familiares y allegados.
El actual titular de Diputados, Raúl Latorre, no solo mantuvo a estos parientes de exlegisladores, sino que profundizó la costumbre al incorporar a hijos, esposas y otros familiares de diputados oficialistas en curso.
Pese a los cuestionamientos, no se avizoran cambios. Los funcionarios siguen en sus cargos y cobrando abultados salarios pagados por todos los contribuyentes, sin siquiera haber ganado un concurso público de méritos.
Fuente: Última Hora