Oficinas de Gobierno abandonadas a un año de inauguración

En un evidente contraste entre la inversión realizada y el uso actual, el vasto complejo de edificios del Gobierno en el Puerto de Asunción, cuya construcción representó una inversión aproximada de USD 100 millones, se encuentra en un estado de notable abandono y desuso.

Este complejo, inaugurado el año pasado con la promesa de albergar diversas oficinas ministeriales, hoy se debate entre la maleza, el deterioro y la falta de actividad.

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El proyecto, inicialmente inaugurado en abril del año pasado, fue planeado para ser la nueva sede de importantes ministerios como el de Educación y Ciencias, Trabajo y Obras Públicas.

Sin embargo, a pocos meses de cumplir su primer aniversario, la única entidad que ocupó parte de las instalaciones es la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios, dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas. El resto del espacio luce desolado, con signos evidentes de negligencia como maleza alta, telarañas y excrementos de aves.

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Este estado de abandono se debe principalmente a conflictos entre el Gobierno y la Municipalidad de Asunción respecto a la habilitación del complejo, así como a problemas presupuestarios. Estos inconvenientes impidieron que el Gobierno realice la inversión necesaria para equipar adecuadamente los edificios y proceder con la mudanza de las diferentes oficinas ministeriales.

Se estimó que el costo de equipamiento rondaría los USD 30 millones, una suma considerable que no fue cubierta por falta de recursos. El Gobierno había contemplado inicialmente utilizar fondos remanentes del proyecto del metrobús para la capital paraguaya, pero este plan también fracasó.

La situación actual del complejo es un reflejo de la falta de planificación y coordinación en proyectos de infraestructura de gran envergadura. El desuso de una estructura costosa, que se esperaba contribuyera a la modernización y centralización de servicios gubernamentales, se convirtió en un símbolo del desperdicio de recursos públicos y de oportunidades perdidas.

Fuente: ABC.

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