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El titular del Ministerio de Justicia, Ángel Barchini, reveló a los legisladores una iniciativa legislativa destinada a reforzar la seguridad en los establecimientos carcelarios, específicamente para individuos clasificados como altamente peligrosos. Se prometió que el tratamiento de la propuesta será prioritario, según afirmaciones del ministro.
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En una reunión confidencial de la Comisión Permanente del Congreso Nacional, Barchini compartió detalles sobre el nuevo régimen de alta seguridad propuesto para las penitenciarías nacionales. Este plan incluye pabellones de seguridad máxima en tres nuevas cárceles situadas en Emboscada, pertenecientes al Departamento de Cordillera.
“Estas instalaciones de máxima seguridad son esenciales y dependen de la aprobación del cuerpo legislativo. Hemos presentado el proyecto, actualmente en fase de evaluación”, declaró Barchini a los medios.
La propuesta surge en un contexto de grave crisis que afronta la nación, caracterizada por un frágil sistema carcelario. “Contamos con tres centros de reclusión dotados de pabellones de alta seguridad, que operan bajo un régimen especial y requieren el visto bueno del Congreso para su aplicación”, agregó el ministro.
Barchini enfatizó el compromiso inquebrantable con los derechos procesales y humanos de los detenidos, ya sean condenados o imputados. “Sin embargo, es imperativo proteger y garantizar la seguridad nacional”, subrayó.
El ministro resaltó la importancia de abordar la problemática penitenciaria de manera integral y no superficial. “El Estado no puede seguir tolerando negociaciones con organizaciones criminales. La ley es para aplicarse, no para negociarse”, afirmó con firmeza.
Los pabellones en cuestión se destinarán a criminales de alta peligrosidad, incluyendo a miembros del clan Rotela y otras bandas criminales activas en el país. Barchini confía en que este sistema de alta seguridad permitirá someter a estos delincuentes bajo la ley, respetando siempre sus derechos humanos.
La iniciativa no contempla la administración de estos pabellones por fuerzas militares o policiales, sino por un nuevo equipo de funcionarios penitenciarios en proceso de capacitación. “Necesitamos 800 nuevos empleados en este sector. Actualmente, estamos avanzando en su formación y capacitación”, informó Barchini.
El objetivo es implementar este régimen en todos los centros penitenciarios del país, aumentando así la seguridad y justicia a nivel nacional.
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Sobre la situación específica de la cárcel de Tacumbú, Barchini comentó que aún se evalúa su funcionamiento futuro, dependiendo de presupuestos y necesidades de inversión en tecnología y formación del personal. Además, reconoció vulnerabilidades en el sistema de seguridad actual, evidenciadas por recientes hallazgos de armas y drogas en una inspección en Tacumbú, lo que refleja la urgente necesidad de reformas y mejoras en el sistema.
Fuente: Última Hora
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